Enrique Hernández/ La Prensa
Ciudad de México.- Ni el intenso frio, ni la distancia, sinimportarles el estrato social, los mexicanos dejaron lasdiferencias a un lado y se unieron en sentimiento puro para decirleal Papa Francisco, "te queremos".
La Plaza del Zócalo se convirtió en un recinto a la expresiónde al menos 50 mil almas que al paso del Papamóvil aplaudían ytrataban de acercarse a su Santidad con la firme intención decontemplarlo y atrapar su bendición.
Desde las dos de la mañana comenzaron a llegar familias enterasque ocuparon un espacio en esa enorme plaza. Con cobijas, abrigos,pero sobre todo con el color humano los devotos aguardaron conpaciencia.
Fueron las campanas de la Catedral Metropolitana que al sonarindicaron a los fieles que su Santidad ya había salido de laNunciatura Apostólica Mexicana con rumbo al primer cuadro de laCiudad de México.
Por las enormes pantallas que fueron colocadas en la plancha y alo largo de varias calles dieron cuenta del recorrido de ElPapa.
Una vez que arribo al Zócalo capitalino la gente rompió enjúbilo, mientras el sumo pontífice saludaba y daba la bendicióna los presentes que no dejaba de gritar: "Francisco ya eresmexicano".
La enorme escolta de vehículos se dirigió a Palacio Nacionaldonde fue recibido por el presidente Enrique Peña Nieto,posteriormente se encamino en zig zag sobre la plancha de ElZócalo donde tuvo el acercamiento con los fieles.
En la Catedral Metropolitana sostuvo un encuentro con obispos ycardenales, fue en ese entonces que los devotos que madrugaron ysoportaron el frio comenzaron a trasladarse al Eje Central paraagarrar lugar a su paso de su Santidad a su encuentro con La Virgende Guadalupe.
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