Un rascacielos de 200.5 metros de alto se edificará junto al Polyforum Cultural Siqueiros mediante un fideicomiso que tendrá una inversión inicial de 30 millones de pesos y al año se le destinará 12 millones con el fin de garantizar la restauración, mantenimiento y promoción del recinto que alberga el mural más grande del mundo.
Luego de una lucha de intereses en los que se vieron involucrados la familia Suárez, propietaria del inmueble, los vecinos de la colonia Nápoles que se oponían a una intervención de la obra y las autoridades, ayer se concretó la Firma del Fideicomiso para la Restauración y Manejo del Polyforum.
La Torre Siqueiros, diseñada por Esteban Suárez, nieto del mecenas de David Alfaro Siqueiros, Manuel Suárez, constará de 48 pisos que albergarán un hotel, locales comerciales y oficinas; estará ubicado hacia la cara norte del centro cultural, en el mismo predio y abarcará 15 por ciento de la poligonal ubicada en la esquina de la Avenida de Los Insurgentes y la calle Filadelfia.
Una de las características del inmueble será que reflejará en sus ventanas los murales exteriores del Polyforum, incluyendo el techo que ahora sólo se aprecia desde los altos edificios aledaños. Además se liberará la zona donde se encuentra un estacionamiento y locales comerciales para crear una plaza pública de 6 mil metros cuadrados, dieron a conocer ayer en conferencia de prensa autoridades locales, federales, vecinos y el presidente del recinto Alfredo Suárez Ruiz.
Aún faltan estudios
En el camino por asegurar su conservación varios proyectos se cayeron, algunos por falta de viabilidad y otros por la oposición de los vecinos, pero este año se concretó un acuerdo con la participación del Gobierno de la Ciudad de México, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
De acuerdo con la directora del INBA, Lidia Camacho, la construcción “será viable en la medida en que los estudios técnicos de alta especialidad garanticen la estabilidad estructural e integral del Polyforum. El INBA estará atento a recibir estos estudios y trabajara junto a la UNAM para asegurar que se desarrolle un proyecto de intervención que garantice la conservación de la obra plástica de David Alfaro Siqueiros a largo plazo”.
Por su parte, Suárez Ruiz detalló que la restauración “la aprueba el INBA a través de Cencropam (Centro Nacional de Conservación y Registro de Patrimonio Artístico Mueble), colabora el Instituto de Estéticas de la UNAM y el Instituto de Ingenierías que está en el ramo estructural del edificio y revisará el sistema que habrá entre la torre y el edificio para su estabilización y seguridad”.