Un total de 20 mil 842 capitalinos se quedaron sin hogar han dormido en uno de los 33 albergues habilitados en la Ciudad de México tras el sismo del pasado 19 de septiembre, en tanto que unas cinco mil personas fueron recibidas en otras casas.
“Hasta el día de hoy tenemos un acumulado de 20,842 personas que han pernoctado en los albergues de @DesSocial_CDMX”, indicó el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, en su cuenta de Twitter.
En tanto que la Procuraduría capitalina ha recibido hasta el momento 140 denuncias contra inmobiliarias, constructoras y promotores de vivienda por parte de personas quienes perdieron su patrimonio a causa del sismo del pasado 19 de septiembre.
Entre éstas hay dos en contra de Mónica García Villegas, directora y dueña de lo que fue el Colegio Enrique Rébsamen que se colapsó con el temblor y donde perdieron la vida 19 menores de edad y seis adultos .
En un evento sobre el acceso a vivienda a derechohabientes del Infonavit, Mancera agregó que se trabaja con la Secretaría de Obras y Servicios en la reparación de 549 inmuebles (de todo tipo) que requieren intervenciones menores.
El pasado 22 de septiembre, el mandatario capitalino indicó que se tenían contabilizados tres mil 848 reportes de inmuebles con daños en diferentes grados, que poco a poco deberían ser inspeccionados por las cuadrillas de Protección Civil.
A cerca de los lesionados, dijo que 25 personas permanecen hospitalizadas, cuatro de éstas en clasificación “roja” y se mantienen en observación. La suma de personas fallecidas es de 221; 85 hombres y 136 mujeres.
De antro a refugio
Antes fue el antro Butterfly, luego bodega de una empresa, hoy es un albergue para 90 damnificados del terremoto del 19 de septiembre, donde sin querer la vida unió a un grupo de personas dispuesto a ayudar.
Se trata del refugio en Izazaga número 11, casi esquina con el Eje Central, que fue fundado por compañías y más de mil voluntarios, quienes sumaron esfuerzos.
El sitio está perfectamente ordenado, con una sección para mujeres y niños y otro para hombres, tiene servicio médico las 24 horas, atención psicológica, reglas estrictas y se prevé que esté abierto hasta el 20 de octubre.
Cinthia, una de las coordinadoras del refugio, habla de la importancia del mismo, cuando fue prestada la bodega y varias personas llegaron a limpiarla para que inicialmente sirviera de centro de acopio y luego, con la suma de voluntades de la iniciativa privada y ciudadanos lo transformaron en un albergue.
Uno de sus refugiados es Edgar Pool, una persona con discapacidad, quien vivió siete años en la colonia Santa María de la Ribera y su casa quedó muy dañada.
Dedicado a la artesanía de fabricar figuras de aluminio, Ahora, dice que la fe es lo único que no ha perdido y que si bien en el albergue falta la privacidad, hay respeto y “eso nos ha permitido saber convivir, a ayudar y ser ayudado.