Los autos eléctricos pueden ser una alternativa amigable al medio ambiente en la Ciudad de México, ya que no utilizan gasolina, además que circulan todos los días y pueden llegar a gastar sólo 10 pesos diarios en la recarga de energía eléctrica. Sin embargo, sus costos de agencia hacen que para algunos sean inalcanzables.
Pero como el ingenio del mexicano no hay dos, este diario entrevistó a Roberto Pichardo, tablajero de oficio, quien es de esas historias de hombres emprendedores que ama los autos y después de dedicar muchas horas a este proyecto ahora se dedica a convertir autos de combustión de gasolina a eléctricos. Todo depende de lo que quiera el cliente: para un auto que transite 50 kilómetros diarios, el costo sería de 150 mil pesos y si quiere más kilometraje pues mayor sería el costo.
Entre los beneficios destaca que deberán pasar cinco años para que le meta dinero y se cambien las baterías, que llegan a tener un costo de 40 mil pesos. Comenta que aquí en México hay empresas malinchistas que se dedican a la venta de estas baterías pero que no lo hacen con minoristas, por lo que todo lo tiene que pedir al extranjero.
Entre los aspectos en los que gastaría más el dueño del vehículo sería en la suspensión, ya que se desgasta más rápido.
Durante nuestra visita a su taller nos mostró una camioneta de carga, que se la trajeron desde Colima. Todo es cuestión de hacer las cuentas y ver si definitivamente esta alternativa además de ser más amigable con el medio ambiente es más económica.
Para hacer la conversión, ¿cuáles son los componentes que usted requiere?
Se llevan varios componentes como es motor, el controlador de velocidad, el potenciómetro, el contactor que es un celenoide, un cargador de baterías y también requerimos un convertidor de SBC, que lo que hace es tomar la energía del banco de baterías y convertirla a 12 volts, ya sea para cargar la batería, también tenemos una pantalla de visualización y podemos ver el banco de baterías en su estado de carga, de descarga, monitorear todos los parámetros de las baterías.
¿Cuál es el proceso que sigue para convertir un auto de gasolina a eléctrico?
De entrada tenemos que hacer una inspección del auto, que no traiga ningún daño estructural, que no tenga ninguna rajadura o algo así, del chasis o las puntas donde van regularmente las baterías y posteriormente el desarme del auto, que es quitar el motor, el radiador, el escape y todos los demás componentes que quedan obsoletos para hacer la conversión del auto a eléctrico.
¿Cuánto tiempo se lleva?
Un aproximado de 30 días ya teniendo todos los componentes.
¿Cuánto tiempo puede aguantar el auto durante el día trabajando?
Nosotros no lo manejamos por tiempo, lo manejamos por kilómetros, dependien-do del tamaño de la batería nos puede durar desde 50 kilómetros hasta 300 kilómetros.
Hábleme de costos
Una conversión más básica para andar en la ciudad con una carga de 50 kilómetros tiene un costo de 135 mil pesos, esto es ya con todos los componentes, la mano de obra incluida, de hecho el auto sale caminando.
¿Y del de 300 kilómetros?
Para tener unos 120 kilómetros por hora, para carretera, tiene una autonomía aproximada de entre 250 a 300 kilómetros, se eleva un poco más de 300 mil a 320 mil pesos.
¿Nos podría hablar de la papelería que se tendría que hacer para que pudiera circular todos los días?
Aquí en la ciudad aún no está homologado el dar una calcomanía, por ejemplo la de exento, para los autos convertidos aún no nos toman en cuenta para esa calcomanía, pero los trámites legales sería el cambiar la tarjeta de circulación y pasarla de combustible a eléctrico, para ello se lleva la factura del motor, con eso nos hacen ese trámite.
Por ejemplo en el Estado de México, de hecho con ese cambio de la tarjeta de circulación podemos circular, lo recomendable, lo que les digo es que pongan en su auto, en medallón poner una leyenda de auto eléctrico.
En el Estado de México ya están dando los hologramas para los autos convertidos, pero es algo así como la verificación.
Tiene uno que ir cada seis meses a renovar esa calcomanía, es un trámite gratuito.
