La razón por la que a los capitalinos les cuesta tiempo encontrar una tarjeta para viajar en Metrobús es que se retrasó la producción de los plásticos, según admitió la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum¡ Pardo.
"Sí hubo un retraso en la producción de las tarjetas precisamente para que puedan ser compatibles con todos los modos de transporte pero a partir de ahora vamos a iniciar, como yo lo dije, en el transporte que administra el Gobierno de la Ciudad y después nos vamos a ir al concesionado", aseguró.
El Sol de México publicó ayer la problemática de los usuarios para poder comprar una tarjeta pues, al menos en la línea 1, no han sido abastecidas desde el pasado domingo. Este diario cuestionó a Promotora Inbursa, quien es la empresa encargada de proveer los plásticos, acerca del retraso en el abasto de las tarjetas en las estaciones sin que, hasta el cierre de esta edición, otorgara una respuesta.
El dinero obtenido por la venta de tarjetas así como los ingresos registrados a diario, se depositan en un fideicomiso para luego distribuirlo entre los concesionarios y así cubrir los costos de operación del sistema.
Sheinbaum además prometió revisar el por qué las nuevas tarjetas multimodales sólo pueden ser adquiridas desde un mínimo de 100 pesos. "Averiguo exactamente qué está pasando, porque la idea no es que sólo se vendan esas, sino que sea como normalmente se vendían. Y ahora sí es la misma tarjeta que ya va a estar en el Trolebús, en RTP, en el Tren Ligero–– ahora que comience a operar en toda su línea––, y Metrobús, Metro", dijo.
SIGUE REVENTA EN REDES
A través de Facebook, cualquier usuario puede adquirir una tarjeta pirata, es decir, con carga realizada fuera de una máquina. Se ofrecen con 120 pesos de saldo, que es el tope de carga, por un costo que va de los 40 hasta los 75 pesos.
Un vendedor explicó que la variación del precio se debe a que incluso entre ellos hay reventa. Él, por ejemplo, compra las tarjetas por 35 pesos y las oferta en 60, por semana estima que vende hasta 40.
Al respecto el sistema Metrobús indicó vía transparencia que no es posible cuantificar las perdidas por recargas indebidas ya que la tecnologia CTM con la que cuentan sólo registra saldo inicial, hora y fecha y saldo final.
"Para saber si una tarjeta ha sido recargada de forma indebida se necesita tenerla físicamente para revisar el historial de recargas (...) es imposible poder realizar el análisis de cada una de ellas, en virtud de que no se cuenta con ellas, dado que al ser compradas por los usuarios quedan en propiedad de ellos, y además, es un volumen de tarjetas excesivo", explican.
En las siete líneas, Metrobús ha vendido desde que arrancó operaciones hasta julio pasado un total de 23 millones 436 mil 542 tarjetas.