Cuando apenas empezaba la pandemia por el nuevo coronavirus la Ciudad de México registró un brote de sarampión, una de las enfermedades más contagiosas y de la que no se tenía registro de casos autóctonos desde hace 25 años. El caso índice se presentó en el Reclusorio Norte, en la alcaldía Gustavo A. Madero y de ahí se esparció hasta enfermar a 143 personas.
La secretaria de Salud del gobierno capitalino, Oliva López Arellano informó en su comparecencia ante el Pleno del Congreso de la Ciudad de México que se aplicaron 86 cercos epidemiológicos y 63 mil vacunas para contener el avance de la enfermedad. A la fecha suman 146 días sin nuevos casos reportados por las áreas de vigilancia epidemiológica.
De acuerdo con el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (CONAVE) la última epidemia de sarampión en México ocurrió en 1989-1990, con 89 mil 163 casos confirmados. El último caso autóctono se registró en 1995. Los 143 casos confirmados en Ciudad de México equivalen al 71 por ciento de los 201 casos de sarampión registrados entre 2000 y 2019.
En el Segundo Informe de la secretaria de Salud (Sedesa) se refiere sobre esta situación: “aun cuando en nuestro país se ha eliminado la poliomielitis, el sarampión, la rubéola y la rubéola congénita, no está exento de recibir casos importados de estas enfermedades, tal como ocurrió recientemente con un brote de sarampión”, el cual no dejó víctimas fatales y al 31 de julio estaba controlado.
Bajas en primera línea
Sobre la atención a la pandemia por la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, la secretaria de Salud capitalina informó que a la fecha 46 integrantes del personal sanitaria de la dependencia que encabeza han perdido la vida a causa del Covid-19 y otros mil 54 se han contagiado y recuperado de los síntomas.
“En los hospitales de la Sedesa se registran 1,054 trabajadores contagiados y 46 defunciones (4.4% del personal sanitario), al corte de este informe (12 de julio). De ese total, 38 por ciento son enfermeras y enfermeros; 26 por ciento médicos; 4 por ciento residentes, internos de pregrado y pasantes en trabajo social de medicina y enfermería, y 32 por ciento corresponde a personal administrativo, laboratoristas, cocineros, camilleros y nutricionistas”, se lee en el informe que entregó López Arellano al Congreso capitalino.
La funcionaria detalló también que en lo que va de la pandemia, en la red hospitalaria que depende del gobierno de la Ciudad de México se han registrado 58 mujeres embarazadas contagiadas de Covid-19, de las cuales cuatro perdieron la vida a causa del desarrollo de síntomas graves de la enfermedad.
Ante los diputados y diputadas del Congreso la secretaria de Salud aseguró que “a pesar de que la movilidad fue permanente y si bien se restringió en algunos momentos hasta el 80 por ciento, tenemos que reconocer que hemos contenido la pandemia con relativo éxito (…) sin multas, sin sanciones, con respeto irrestricto a los derechos humanos hemos podido contener el primer pico epidémico que tuvimos en mayo”.
Sin embargo, la oposición en el Congreso no le compró esta versión a la secretaria de Salud. La diputada del PAN, América Rangel, le dijo: “por supuesto que nadie quiere que regresemos al semáforo rojo, sería el último clavo al ataúd para miles de negocios, pero tampoco es responsable mentirle a la ciudadanía. Deben decir la verdad: que la pandemia está fuera de control aún y que se necesita que todos reforcemos las medidas de prevención”.
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