A partir del 1 de julio y hasta el 31 de diciembre estará cerrado el tramo Tasqueña- Estadio Azteca del Tren Ligero, debido a obras de mantenimiento en el sistema de vías.
En conferencia de prensa, el director del Servicio de Transportes Eléctricos, Guillermo Calderón, advirtió que los daños que presentan las vías son graves y su reparación es impostergable.
Los trabajos serán realizados con la empresa Comsa Infraestructuras, con la cual se firmó un contrato el 22 de mayo por 245 millones de pesos para la reparación del sistema de vías.
Calderón Aguilera explicó que durante el cierre, se dispondrán de 45 autobuses de la RTP para complementar el trayecto Tasqueña- Huipulco y viceversa.
Los usuarios que vayan de Tasqueña a Xochimilco, abordarán el autobús con la tarifa aún por definir (pueden ser 2 o 4 pesos, dependiendo el tipo de servicio que preste RTP), y en Huipulco abordarán el Tren Ligero de manera gratuita.
En dirección contraria, los usuarios pagarán el trayecto del Tren Ligero y en Huipulco bajarán para luego abordar el autobús de la RTP de manera gratuita con dirección a Tasqueña.
El directivo dijo que se tomó la decisión de cerrar el tramo para las reparaciones, ya que de no hacerlo y trabajar con el servicio activo, los trabajos se habrían prolongado por 18 meses.
De acuerdo con el diagnóstico del STE, el Tren Ligero presenta una crisis aguda: concreto roto, rieles sin perfilar, aparatos de vía dañados, hundimientos diferenciales, todo lo cual ha provocado que se reduzca la velocidad de los trenes a 10 kilómetros por hora.
Con las reparaciones al sistema de vías, apuntó Guillermo Calderón, se podrá incrementar la velocidad de los trenes a 40 kilómetros por hora, la capacidad de transportación subirá de dos mil 600 pasajeros por hora a cuatro mil 500 y se reducirá el tiempo de espera en las estaciones de ocho a cinco minutos.
Actualmente el Tren Ligero opera con 14 de los 24 trenes que hay en inventario; de los 10 que están parados, dos están en reparación en San Luis Potosí y se podrían integrar al servicio a fin de año. El resto tiene 20 años de antigüedad y sufren un rezago de refacciones que ya no se fabrican.
Por ello, dijo Calderón, se analiza la posibilidad de firmar un contrato multianual para su rehabilitación mayor o como lo indica el estudio financiero, optar por la compra de trenes nuevos.