La Ciudad de México sufre una crisis hídrica actualmente, con el paso de los años cada vez es más difícil proveerla a lo largo y ancho de cada una de sus 16 alcaldías, sin embargo, en el pasado, el agua existía en abundancia, pues la Gran Tenochtitlan estaba rodeada por el Lago de Texcoco.
La región era el punto desbocamiento de varios lagos que venían desde el Valle de México, pero con la llegada de los españoles, el destino del gran cuerpo de agua tendría sus días contados.
De acuerdo con la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, el Lago de Texcoco conformaba una cuenca que recibía el agua de lluvia y de manantiales que a su vez recogían cinco lagos: Zumpango, Xaltocan, Texcoco, Xochimilco y Chalco.
¿Cómo se construyó la Cuidad de México sobre un lago?
Cuando Hernán Cortés descubrió la Gran Tenochtitlan quedó sorprendido por la belleza del asentamiento mexica.
Los historiadores españoles de los siglos XVI compararon a la ciudad con ciudades europeas, incluso la llamaron la “Venecia del Nuevo Mundo”, de acuerdo con la BBC.
Aunque los habitantes de aquella época tenían toda una estructura lacustre y de comercio bien organizadas, había un problema importante: las inundaciones.
Con el paso del tiempo se tuvieron que construir albarradones que pudieran detener la filtración del agua a la ciudad, pero no fue suficiente.
Los trabajos para secar el Lago de Texcoco iniciaron cuando los españoles se asentaron en la capital, quienes hicieron modificaciones a las delimitaciones del Valle de México y reconfiguraron la zona basados en sus pueblos y su estilo arquitectónico.
En el siglo XVII empezaron a crear los primeros drenajes y obras para secar el fondo del lago con el objetivo de detener la generación de lodo.
Para lograrlo hicieron canales que llevaran el agua proveniente de las lagunas de Citlaltépetl y Zumpango hacia el Río Tula por órdenes del virrey Luis de Velasco en 1690.
Los intentos por detener las inundaciones continuaron hasta el siglo XIX con túneles y entubamientos de algunos ríos, pero tampoco fue suficiente, por lo que los esfuerzos para detener el afluente de los lagos se extendieron hasta el año 1900 durante el gobierno de Porfirio Díaz.
No obstante, las inundaciones en la Ciudad de México fueron habituales y, además, se añadió el problema del hundimiento en distintas zonas de la capital, por lo que fue construido el Sistema de Drenaje Profundo.
El sistema de túneles fue compuesto por tres tipos de estructuras hidráulicas: salidas artificiales, una red secundaria y una red primaria hechas a grandes profundidades para realizar el desagüe, tales obras comenzaron en 1967 y concluyeron en 1975.