Con un decálogo del buen conductor, el gobierno de Claudia Sheinbaum buscará educar a los automovilistas bajo tres objetivos: reducir los accidentes mortales, disminuir el congestionamiento sin aumentar las velocidades y generar una mejor convivencia entre los diferentes tipos de usuario del espacio público.
La campaña llamada Sé amable, todos tenemos prisa, se difundirá a partir del 6 de diciembre en medios de comunicación, transporte público, espacios del gobierno y redes sociales; la mandataria electa Claudia Sheinbaum señaló que más que las sanciones económicas, este tipo de campañas sirven para crear consciencia entre la población y generar una vigilancia ciudadana.
“Está demostrado que en caso de sanciones funciona, pero funciona más que nos vigilemos uno a otro y que estemos cumpliendo la norma, no como un tema policíaco, sino decirle uno al otro no te pases”, explicó Sheinbaum desde su casa de transición.
Esta campaña, justificó, no será una acción aislada, sino que irá acompañada de un plan de fotomultas cuya presentación se haría ayer, pero se pospuso para el próximo lunes; “es la base de un programa más amplio, es hacerlo de abajo hacia arriba, al gobierno le toca regular, (pero) las personas también deben autorregularse”, explicó Mayra Cabrera, del equipo de Andrés Lajous, próximo titular de Movilidad.
El próximo subsecretario de Planeación de la Secretaría de Movilidad, Rodrigo Díaz, apuntó que los índices de medición de éxito de la campaña Sé amable, todos tenemos prisa, será la reducción de accidentes o hechos de tránsito, así como la eventual disminución de la velocidad promedio.
VIEJOS INTENTOS
El lanzamiento de esta campaña de educación vial no es nuevo en la Ciudad de México, el esfuerzo más reciente por generar una mejor convivencia entre conductores, peatones, ciclistas, transportistas, se dio en marzo de 2016, cuando el entonces secretario de Movilidad y hoy diputado federal por el PRD, Héctor Serrano, lanzó la estrategia Yo me fijo, yo respeto.
En aquella ocasión fueron ocho los puntos a comunicar: no conducir bajo los efectos del alcohol; respetar los límites de velocidad; usar el cinturón de seguridad; usar silla protectora para bebés y niños pequeños; no enviar mensajes o hablar por teléfono al conducir; respetar la prohibición de vuelta continua y respetar los pasos peatonales.
Al justificar la campaña, la entonces subsecretaria de Planeación de Movilidad, Laura Ballesteros, destacó que, por ejemplo, 25% de los accidentes en la Ciudad de México se producen por conducir bajo los efectos el alcohol, que si una persona es atropellada por un auto que circula a 50 kilómetros por hora tiene 12% de posibilidades de vivir y a menos de 50 kilómetros las posibilidades aumentan a 98%.
