Más de 2 millones de almas llegaron al "inframundo" y presenciaron el Desfile Internacional de Día de Muertos que bañó con cempasúchil y misticismo a la gran Tenochtitlán.
Tláloc cumplió su amenaza de desatar una tormenta para detener a los mil voluntarios que, disfrazados de charros, catrines, chinas poblanas y calaveras, emprendieron el recorrido de la cuarta edición del desfile que este año cambió su ruta, ahora del Zócalo a Polanco.
Pero ni la muerte ni la lluvia lograron asustar a los danzantes que provenían de San Luis Potosí, Guerrero, Estado de México, Tamaulipas, Sinaloa y Oaxaca.
Adelitas y revolucionarios en compañía de Diego Rivera y Frida Khalo, recorrieron Avenida 5 de Mayo al ritmo de guitarrones, trompetas y tambores.
Mictlantecuhtli, dios del inframundo, se asomaba entre los enormes edificios de la Ciudad de México, frente a él un enorme Xoloitzcuintle lo escoltaba y una ofrenda lo veneraba.
Avenida Paseo de la Reforma se llenó de novios, a quienes la muerte no logró separar, y muchos menos pudo detener la música de Juan Gabriel que retumbaba frente al Ángel de la Independencia.
Calaveritas de azúcar, papel picado y pan de muerto "endulzaron" y "derramaron" chocolate sobre las calles de la Ciudad cubiertas de confeti y flores.
En medio del baile y el color apareció una clásica carroza fúnebre, la cual puso unas notas melancólicas en honor a aquellos que ya se fueron.
Detrás, diablitos corrían y perseguían a los cupidos que estaba dispuestos a flechar a todos los asistentes del desfile.
Ya entrada la fiesta, llegaron los luchadores a romperse los huesos con la fuerza y espíritu de El Santo, el enmascarado de plata, y Blue Demon.
Una marioneta gigante de mariposa monarca marcaba el final del festival, era hora de que las calacas se fueran a descansar a Polanco, cobijadas en una manto de cempasúchil, no sin antes, amenazar con regresar el próximo año.
Miles de almas llegaron al "inframundo" y presenciaron el Desfile Internacional de Día de Muertos que bañó con cempasúchil y misticismo a la Ciudad de México. / Foto Alejandro Aguilar | El Sol de México
El tema del desfile este año es “Un regalo de cantos y flores de México para el Mundo”, cientos de catrines desfilaron del Zócalo capitalino hacia la Estela de Luz.
/ Foto Alejandro Aguilar | El Sol de México
Tláloc cumplió su amenaza de desatar una tormenta, pero esto no desanimó a los más de mil voluntarios que, disfrazados de charros, catrines, chinas poblanas y calaveras, emprendieron el recorrido.
/ Foto Alejandro Aguilar | El Sol de México
Adelitas y revolucionarios en compañía de Diego Rivera y Frida Khalo, recorrieron Avenida 5 de Mayo al ritmo de guitarrones, trompetas y tambores.
/ Foto Alejandro Aguilar | El Sol de México
Mictlantecuhtli, Dios del inframundo, se asomaba entre los enormes edificios de la Ciudad de México, frente a él un enorme Xoloitzcuintle lo escoltaba y una ofrenda lo veneraba.
/ Foto Alejandro Aguilar | El Sol de México
Avenida Paseo de la Reforma se llenó de novios, a quienes la muerte no logró separar, y muchos menos pudo detener la música de Juan Gabriel.
/ Foto Roberto Hernández | El Sol de México
Calaveritas de azúcar, papel picado y pan de muerto "endulzaron" y "derramaron" chocolate sobre las calles cubiertas de confeti y flores.
/ Foto Alejandro Aguilar | El Sol de México
En medio del baile y el color apareció una clásica carroza fúnebre, la cual puso unas notas melancólicas en honor a aquellos que ya se fueron.
/ Foto Alejandro Aguilar | El Sol de México
Diablitos perseguían a los cupidos que estaba dispuestos a flechar a todos los asistentes del desfile.
/ Foto Alejandro Aguilar | El Sol de México
La muerte y la lluvia no asustaban a los danzantes que provenían de San Luis Potosí, Guerrero, Estado de México, Tamaulipas, Sinaloa y Oaxaca.
/ Foto Alejandro Aguilar | El Sol de México
Ya entrada la fiesta, llegaron los luchadores a romperse los huesos con la fuerza y espíritu del Santo, el enmascarado de plata, y Blue Demon.
/ Foto Roberto Hernández | El Sol de México
Una marioneta gigante de mariposa monarca marcaba el final del festival, hora de que las calacas se fueran a descansar a Polanco.
/ Foto Roberto Hernández | El Sol de México
El Desfile Internacional del Día de Muerto de la CDMX concluyó pacíficamente.
/ Foto Roberto Hernández | El Sol de México
Ahora el mundo entero estará a la espera de una siguiente edición.
/ Foto Roberto Hernández | El Sol de México