Mirna y Manuel viven en Gustavo A. Madero. Desde 2018 planearon su boda para el 28 de marzo de este año, pero la pandemia por Covid-19 canceló todos sus planes y ahora con la llegada del semáforo amarillo más lejos de lo previsto, han desistido de casarse este año.
Si desean retomar su evento, que se celebrará en un salón en la misma alcaldía -que hasta el corte de ayer sumaba seis mil 968 casos confirmados-, deberán otorgar a cada proveedor y recinto una carta compromiso en donde manifiesten haber informado a sus invitados que en caso de presentar síntomas o haber estado en contacto con personas positivas a Covid-19, es preferible que se mantengan en casa.
Esto forma parte de los nuevos protocolos que la industria de eventos sociales ha planteado en conjunto con autoridades de la Ciudad de México para evitar mayorrs contagios.
De acuerdo con la estrategia del gobierno federal, la reapertura de los salones de eventos sociales sólo se permitirá a partir del semáforo amarillo y con una limitación del 50 por ciento de aforo, pero en el caso de la ciudad su capacidad total llegará hasta el semáforo verde.
“Hemos planeado por mucho tiempo nuestra boda para ahora vernos en la necesidad de recortar invitados o hacer que estas modificaciones, digo algunos lugares piden túneles sanitizantes y por el estilo, y la verdad es que creo que no nos agrada esta parte -a nadie creo yo- pero la verdad como nos decían: no me imagino sus fotos con cubrebocas... nosotros ahorita estamos decidiendo volver a posponer nuestra boda”, cuenta Mirna.
Y más allá de los ajustes de protocolos lo hacen por la salud de sus familias. “Algo que nos orilla mucho a tomar esta decisión es la salud, finalmente tenemos gente de cierta edad que está un poco más vulnerable ante esta situación y no queremos exponer a nadie, debe ser un momento que se recuerde con mucha alegría y con mucha emoción”, añade Manuel.
La fecha del evento se pospuso al 14 de noviembre, pero con el anuncio cada viernes que hace la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, del ajuste entre fases del semáforo, han desistido completamente de realizar la boda este año.
“Hemos decidido que al menos en este año no se haga dada las circunstancias, de aquí a noviembre la situación no estará al 100% segura como para decir que no hay ningún riesgo a pesar de las medidas que te mantienen a cierta distancia, pero ¿cómo vamos a bailar? son cuatro horas de baile y una de cena... ni modo que interrumpas para que no bailen y sólo sea la cena, hay situaciones que nos orillan a tomar esa decisión que es lo más sano en todos los sentidos de la palabra”.
FIESTA SIN CORBATA NI CABELLO SUELTO
Los eventos sociales tendrán que ajustarse al mínimo de invitados, desaparecerán accesorios comunes que se solían ver y se prohibirán prendas que en algunas bodas romperán la etiqueta.
La secretaría de Turismo de la Ciudad de México en conjunto con la Asociación de Hoteles de la Ciudad de México y la Asociación de Turismo de Reuniones local establecieron que el uso de corbata o moño, barba o bigote, cabello largo suelto, uñas largas o postizas y el uso de joyería y otros accesorios se restrinjan en cada banquete.
En una encuesta realizada por el portal Bodas.com.mx a 430 parejas cuyas bodas resultaron afectadas por la pandemia, sólo una de cada tres está haciendo un esfuerzo para reducir su lista de invitados para que las celebraciones concentren a menos personas.
Asimismo, la mitad de aquellos que tuvieron que posponer su boda ya hizo cambios en la logística del evento como mover su celebración al exterior o redistribuir los espacios del salón para mantener la distancia entre invitados.
También una de cada dos parejas está ajustando algunos servicios de su banquete a las recomendaciones sanitarias.
Entre las habituales están optar por menús emplatados o aperitivos servidos en vez de buffet o plantear cambios en el tipo de animación para la fiesta.
Para esta pareja que se aplace su evento no significa que su amor también. Incluso, para mantener la emoción, el vestido de Mirna sigue siendo secreto para Manuel.
““El vestido ya está aquí en la casa, yo no lo he visto… que relajo para guardarse porque solo vivimos nosotros dos aquí y entonces ¿cómo le ayudo a guardar sin que yo vea? y me dijo cierra los ojos y hazle así… Afortunadamente está aquí no quisimos que se quedara en la tienda guardado porque no sabíamos las condiciones que tendrían más adelante las tiendas. Y mi traje como es rentado no hay problema, que entienden la situación y que en el momento del evento me respetan el pago y cuando lo necesite”.