El número de pacientes aumenta de manera exponencial cada día, y con ello la cantidad de residuos contaminados con Covid-19 que se generan en los hospitales. Cubrebocas, mascarillas N95, gorros, batas quirúrgicas y guantes, todo eso termina en la basura después de que los médicos atienden a los pacientes.
No hay un dato oficial de la cantidad de residuos Covid-19 generada hasta ahora, ya que las empresas que recolectan y hacen la disposición final de los Residuos Peligrosos Biológico Infecciosos (RPBI) presentan sus informes semestrales hasta julio, pero la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ya tiene un estimado.
De acuerdo con el director general de Gestión Integral de Materiales y Actividades Riesgosas de la Semarnat, Ricardo Ortiz Conde, se calcula que se generan 2.2 kilógramos de residuos contaminados de Covid-19 por cama-paciente, mismos que no pueden ser reutilizables.
En entrevista con El Sol de México explica que al 26 de abril los pacientes confirmados sumaban 14 mil 677 que, de acuerdo con la Secretaría de Salud, tienen una estancia promedio entre el ingreso hospitalario y su salida o defunción, de 15 días, por lo que se obtiene una generación estimada de 484 mil 341 kilogramos de residuos Covid-19.
Según la NOM-087-ECOL-SSA1-2002, los residuos Covid-19 se clasifican como no anatómicos, por lo que son dispuestos en bolsas rojas que llevan impreso el símbolo universal de riesgo biológico. Estas bolsas son depositadas por el personal de limpieza en sitios especiales para RPBI, separados de los residuos comunes.
El jefe de Servicios de Vigilancia y Control Epidemiológico de la Dirección de Normativa de Salud del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Óscar Flores Munguía, detalla que todo el equipo de protección –excepto gafas y caretas plásticas- se desecha.
Lo mismo ocurre en el caso del "equipo de protección desechable que utiliza el personal de laboratorios encargado de tomar, procesar, almacenar y referir muestras para diagnóstico de Covid-19".
Después de que los médicos atienden a pacientes contagiados, principalmente a aquellos que requieren de intubación o extubación, deben seguir un protocolo de retiro del equipo, ya que al estar expuesto a secreciones, el virus permanece en los materiales y existe un mayor riesgo de contagio, tanto para el médico como quien tenga contacto con estos residuos.
Por ello el retiro del equipo debe seguir el siguiente orden: se quita el primer par de guantes, la bata, las gafas de protección, la mascarilla y el segundo par de guantes, "cuidando que la parte exterior de los materiales no toquen la piel, especialmente manos, cara, ojos, nariz y boca".
"Conforme se retiran uno a uno cada componente de protección, se intercalan higiene de manos con alcohol al 70 por ciento sobre guantes; cada pieza desechable se envuelve, con la parte que estuvo expuesta a aerosoles, hacia adentro, posteriormente se depositan en bolsas rojas destinadas a RPBI. Al retirar el último par de guantes se lavan manos con agua y jabón", expone el epidemiólogo.
El proceso para depositar los residuos es el siguiente: Se introducen en bolsas rojas con la leyenda RPBI y se colocan en un lugar específico para que 39 empresas que trabajan con este tipo de basura se los lleven.
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