Las filas para entrar a los centros comerciales y tiendas departamentales se transformaron en filas para llenar o comprar tanques y concentradores de oxígeno medicinal. “Somos un termómetro de cómo está la situación, la gente tiene familiares con Covid en casa, prefieren no ir al hospital”, comenta un empleado de la tienda Medi Renta, en Frontera 33, colonia Roma, que desde el domingo pasado se quedó sin capacidad de abasto ante el abrupto incremento de la demanda.
Una mujer se suma a la conversación y reclama que la gente sigue sin creer en el coronavirus. “Todos los hospitales del ISSSTE eran híbridos, recibían pacientes normales y con Covid. Ahora ya no, (los hospitales) 20 de Noviembre, 1 de Octubre, Tacuba, Cuitláhuac ya son puro Covid, emergencias ya no. La gente no cree en el coronavirus, ese es el problema, la gente no se cuida, hacen sus fiestas, les vale”, dice mientras espera la entrega de 15 tanques de oxígeno con capacidad de 628 litros cada uno.
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“No hay oxígeno”, se lee en una cartulina fluorescente, pero eso no impide que la gente insista en rellenar sus tanques. “¿Dónde más puedo conseguir?”, es una pregunta reiterada que le hacen al personal de Medi Renta, que por su parte afirma “nunca nos había sucedido esto”. La situación es la misma en otras tiendas, o por lo menos hacia allá va. En Súper Medi-K, en Cali esquina Montevideo, colonia Lindavista, las filas para rellenar equipos superó las 20 personas a unos minutos de su apertura.
En la sucursal de Grupo Infra, en la colonia Obrera, un par de proveedores independientes comentan que el desabasto de oxígeno es una realidad. “Ya está escaseando, las últimas dos semanas se disparó la demanda”, afirma Ángel, quien se surte en este punto y hace reparto en la zona de Nezahualcóyotl, Valle de Chalco y el suroriente de la ciudad. En lo que va de la pandemia por lo menos 40 personas a las que les surtían oxígeno medicinal han muerto por Covid, lamenta.
COSTOS
Alejandro Badillo, repartidor de tanques de oxígeno de un proveedor independiente, explica a El Sol de México que el costo de este servicio es de 10 mil pesos cuando se contrata en renta, lo cual incluye todo el equipo, un depósito de cinco mil pesos por los desperfectos que sufra, y dos cargas, la que trae, y una más, ya la tercera el cliente paga un promedio de 950 pesos.
Expone que su día a día comienza desde las seis de la mañana y termina a las 10 de la noche para ir a llenar los tanques y realizar cerca de 15 entregas diarias que hace en este momento en diferentes puntos de la ciudad, para ello hay todo una logística, ya que los familiares de los enfermos avisan con tiempo para que se los cambien y se programe la entrega.
"Es un compromiso moral que uno adquiere, ya que hay veces que uno trae el tiempo contado, el paciente no debe pasar ni 30 minutos sin el oxígeno, eso también genera estrés", comenta.
En estos momentos, dice, "no nos están llenando todos los tanques en las empresas donde los llenan, si llevamos 10, nos entregan siete y nos dicen 'regresa mañana' y eso no le podemos decir a los familiares de los enfermos".
Alejandro Badillo comenta que los tanques con los que trabaja su patrón son rentados, las mismas empresas que los recargan no venden ni alquilan más equipo, porque por la demanda ya no hay.