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La secretaria de Desarrollo Urbano y Vivienda, Ileana Villalobos y el director general de Planeación de Desarrollo y Ordenamiento Territorial de la misma dependencia, Pablo Benlliure fueron entrevistados este miércoles por el Comité de Selección que integrará la terna para la dirección del Instituto de Planeación y Prospectiva Democrática.
En entrevistas por separado, ambos lanzaron propuestas coincidentes, particularmente en que a través de la planeación a mediano y largo plazo se debe buscar reducir la desigualdad territorial y urbana que hay entre el centro y la periferia de la capital, así como una adhesión cada vez mayor de la ciudadanía en la toma de decisiones y consulta de políticas públicas y planes de desarrollo.
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Villalobos Estrada manifestó que “la ciudad vive complejas desigualdades territoriales, habría que enfatizar, sin menospreciar a ningún territorio de la ciudad, pero sí enfatizar en el análisis que requiere esta condición de desigualdad territorial, que se refleja en las condiciones de vida en la que se encuentran los habitantes de nuestra ciudad”.
Y añadió: “si aspiramos a tener en 20 años un territorio ordenado, una ciudad sin desigualdad, sin pobreza urbana, con nuevos equilibrios de su economía, tenemos que generar una base económica diversa, nos lo exigen las condiciones actuales, una ciudad basada en la ciencia para tomar las mejores decisiones de política pública”.
La titular de la Seduvi y aspirante a la dirección del Instituto de Planeación subrayó que desde esta nueva instancia que regirá el ordenamiento territorial de la metrópoli se deben dar más espacios a la ciudadanía, “esos espacios que no han tenido para la expresión, para la participación en la definición, en el seguimiento y evaluación de estas políticas públicas que les afectan de manera positiva o negativa”.
En esto coincidió el actual director de Planeación de Desarrollo de la Seduvi, Pablo Benlliure: “a partir de un sistema de planeación democrática y prospectiva, debemos aspirar a una ciudad muy diferente a la que tenemos hoy: una ciudad más igualitaria e integrada con un reparto más equitativo de cargas y beneficios, de los costos de vivir en la ciudad”.
Ese cambio de ciudad, dijo, pasa por uno de los retos más grandes en la materia, “integrar a la ciudadanía en todas las etapas de la planeación para fortalecer la gobernanza pública. Es un reto muy complicado, me ha tocado hacer planeación participativa a pequeña escala, pero llevar estas experiencias a gran escala es un reto importante y para eso tenemos que generar nuevos instrumentos (de planeación)”.
Aunque el arreglo institucional del Instituto de Planeación incluye un Consejo Ciudadano que participará en la consulta del Plan General de Desarrollo y del Programa de Ordenamiento Territorial, Benlliure aseguró que la voz ciudadana debe estar incluida en todos los procesos, no solo en la consulta final. "Lo que necesitamos es lograr una participación amplia de la ciudadanía en todas las etapas de la planeación, no en la consulta final", dijo.
El Comité de Selección concluyó este miércoles las entrevistas remotas a los cinco aspirantes a entrar en la terna para la dirección del Instituto de Planeación: Jorge Alcocer Warnholtz, Pedro Santiago Antón Gracia, Pablo Benlliure Bilbao, Armando Rosales García y la secretaria Ileana Villalobos.
Concluido el proceso, el Comité deberá evaluar los perfiles y presentar una terna a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, quien a su vez la remitirá al Congreso de la Ciudad de México para que la analice y selecciones a la persona que dirigirá por los primeros cinco años –con opción a tres más- el Instituto de Planeación y Prospectiva Democrática.
El Instituto de Planeación y Prospectiva Democrática es un nuevo órgano descentralizado que se crea por mandato de la Constitución capitalina.
Será el encargado de sentar las bases para establecer políticas transexenales: elaborará el Plan General de Desarrollo que tendrá una vigencia de 20 años y el Programa General de Ordenamiento Territorial, que regulará el desarrollo urbano de la ciudad con una vigencia de 15 años.
El primero debió entrar en vigor el 1 de enero de este año. El segundo tendría que hacer lo propio el 1 de enero del próximo año.
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