Después de la muerte de dos ejemplares jóvenes de lobo mexicano en el zoológico de Chapultepec, la Secretaría del Medio Ambiente de la CDMX (Sedema) y el Comité Científico Internacional que participa en los programas de reproducción estiman que el origen del padecimiento que les causó la muerte puede ser una vulnerabilidad genética, característica de las especies al filo de la extinción.
El 13 de marzo, se informó que dos lobos de 11 meses perdieron la vida por fallas renales. Cuestionada al respecto, Marina Robles, titular de la Sedema, señaló que en especies al borde de la extinción, por ser grupos reducidos, se da el emparejamiento entre familiares, lo cual aumenta las posibilidades de que sean especies vulnerables a enfermedades.
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"Una de las cosas que sucede, incluso en los humanos, es que en la medida en que haya emparejamiento entre familiares, se refuerza la posibilidad de que una debilidad para responder a una enfermedad sea cada vez mayor, se es más vulnerable", afirmó.
Detalló que por este tipo de situaciones, las especies son manejadas por comités científicos de muy alto nivel que revisan cómo se dan las cruzas.
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El caso sigue en análisis, porque para todos es un reto que se mantengan los programas de reproducción, afirmó. Hasta el momento, los hermanos de los lobos fallecidos se reportan estables y se mantienen en observación.
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