Los propietarios de negocios de bajo impacto serán los principales beneficiados con la entrada en vigor de la Ley de Responsabilidad Social Mercantil, porque les da la oportunidad de inscribirse en el Padrón de Cumplimiento Social Responsable y autorregular su operación.
Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, calificó ayer de positiva la expedición de dicho ordenamiento, el cual pone en el ciudadano la carga completa de actuar responsablemente al registrarse. Durante una conferencia de prensa, afirmó que es conveniente para los propietarios de negocios de bajo impacto que se anoten en ese listado, lo cual no es obligatorio, pero tendrán la ventaja de que con ello evitarán ser víctimas de la corrupción y se cierren espacios de arbitrariedad.
El ordenamiento estipula que el tres por ciento de los negocios que se inscriban en el padrón pueden ser revisados aleatoriamente; lo cual, según José Antonio Peña Merino, director de la Agencia Digital de Innovación Pública (ADI), es una muestra representativa y confiable para saber si el total de los comercios de bajo impacto actúa legalmente.
Sin embargo, preciso, que eso no significa que la administración pública renuncie a su tarea regulatoria o de supervisión.
En la Ciudad de México, según cifras federales, hay 415 mil negocios de ese tipo, mientras que el Sistema Electrónico de Avisos y Permisos (Siapem) tiene inscritos 161 mil y el objetivo es que todos se registren en el padrón.