Los objetivos a cumplir que señaló Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana, con el traspaso del manejo de los centros locales de reclusión a su corporación requieren necesariamente de más inversión, advirtió Saskia Niño de Rivera, presidenta y cofundadora de la Organización Reinserta.
Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, anunció el viernes 23 de julio que el control de los penales capitalinos dejaría de estar en manos de la Secretaría de Gobierno, por lo que había enviado una iniciativa a los legisladores para ello.
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Al respecto, el titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) dio a conocer una serie de ventajas de esta medida, como la profesionalización del personal de custodia, el mejoramiento del proyecto de reinserción, en la calidad de vida de los internos y sus familias.
Asimismo, se daría entrada a la Subsecretaria de Inteligencia e Investigación a los centros de reclusión, a fin de prevenir los delitos que se podrían planificar desde el interior de los mismos, por ejemplo, secuestros, extorsiones telefónicas o de cualquier otro tipo.
En entrevista con El Sol de México, la cofundadora de dicha organización consideró que este traspaso tiene más puntos a favor que desventajas; recordó que el sistema penitenciario ha estado en el olvido.
Citó el Diagnóstico de Supervisión Penitenciaria del año pasado elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos en el que se indica que prevalece la sobrepoblación en los centros de reclusión, el hacinamiento, la insuficiencia de personal de custodia, la presencia de actividades ilícitas, la clasificación inadecuada de las personas privadas de la libertad, insuficiencia e inexistencia de actividades educativas para la población, así como condiciones materiales y de higiene deficientes de las instalaciones para alojarlos.
que la reinserción social sea incompleta, además de que los custodios necesitan capacitación constante y un mejoramiento de la infraestructura de los penales.
Reconoció que lo mencionado por el titular de la SSC sobre la capacitación, dignificación y reinserción “suena muy bonito, pero hace falta más presupuesto, esa es la prioridad número 1”.
Anteriormente, Reinserta planteó una reunión con los diputados locales a cargo de la reforma para llevar adelante este traspaso, a fin de que escuchen las posturas y a los especialistas en el tema para garantizar el respeto a los derechos humanos de todas las personas privadas de la libertad.
En su oportunidad, Salvador Guerrero Chiprés, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia de la Ciudad de México, consideró que esta decisión es una oportunidad para repensar el tema de la reinserción social y de acuerdo con los datos de ese organismo, hasta ahora seis de cada 10 personas que salen del sistema penitenciario en todo el país, pueden reincorporarse exitosamente a las labores profesionales, laborales, legítimas y legales.
Asimismo, sostuvo que se abre la posibilidad de generar una nueva relación con las empresas y las personas que están dentro del sistema penitenciario, a fin de que colaboren entre ellos con su propia economía, generen productos de una manera distinta, nueva, comprometida con su propia estancia en los penales; y también de las compañías que solidariamente busquen y encuentren una opción en los penales, a fin de salir adelante en condiciones de reactivación económica.
Al hablar de la profesionalización del personal carcelario, afirmó que los tres mil 600 custodios que dan servicio en los penales capitalinos carecen de certificación y con este traspaso se abre una oportunidad para ello.
“Entonces, profesionalización, mejor salario, eventualmente correspondido con la profesionalización, y la capacidad de reorganizar la planta que está cuidando un sistema, que debe estar libre de corrupción y donde no puede ya generarse, de ninguna, no es aceptable, la reincidencia o la generación de nuevos delitos, inclusive desde el propio sistema penitenciario”, dijo.
Guerrero apuntó que esta medida corresponde a una tendencia nacional y de países desarrollados, ya que se trata de cerrar el círculo de la investigación policial y de inteligencia, debido a que en las penitenciarías hay inteligencia útil a la comunidad.
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