Al cumplir 19 años de trayectoria, Casto Argüelles, agente de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCM), afirmó que el trabajo de policía es como vivir dos veces una vida normal ante los riesgos y la carga de trabajo que se tiene, con muchas horas extenuantes, tras lo cual la mayoría de los compañeros se enferman y otros mueren en el servicio.
En entrevista, luego de recibir un reconocimiento por el tiempo de servicio, el integrante de la Policía de Investigación (PDI) dijo que el premio entregado fue gracias al trabajo de todos sus compañeros de las unidades de inteligencia.´
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La conversación tiene lugar en la Coordinación 6 de Iztapalapa de la FJCM, donde forma parte del grupo de Mandamientos Judiciales, pero antes estuvo 10 años, de 2001 a 2011, en la Fiscalía Central de Investigación para Homicidios.
Rechazó que los policías mexicanos no sepan investigar y reclamó la falta de herramientas, por lo que pidió que las instituciones apoyen a la Fiscalía General de Justicia local con mayor presupuesto, porque se necesita más personal y materiales para trabajar.
Se le preguntó, ¿cómo han sido estos 19 años de carrera de policía de Investigación? Y respondió: Difíciles, con una serie de cambios, de transformación de la institución en el sentido de cómo se trabaja antes y ahora con el nuevo sistema de investigación se trabaja de manera diferente. Antes, primero deteníamos y luego investigábamos y ahora, primero investigamos y luego detenemos.
Durante la década de indagar asesinatos, calculó que participó en cerca de mil 200 casos, de los cuales resolvió un 30 por ciento aproximadamente, aunque cuando inició se trabajaba con 30 a 35 expedientes y cada mes se acumulaban otros cuatro o cinco.
De tantas averiguaciones, al paso del tiempo recuerda un homicidio que esclareció y fue el de una mujer que tramó el asesinato de su marido para cobrar un seguro de vida y que al momento de ser entrevistada incurrió en contradicciones, pues narró que ella y su marido habían sido víctimas de un asalto y que a su pareja la habían agachado para darle el tiro de gracia, pero por la posición del disparo los investigadores se dieron cuenta que no decía la verdad. El crimen se escenificó en 2010 rumbo al Desierto de los Leones.
A quienes acaban de entrar a la PDI, les recomienda salir a trabajar a la calle, que es dónde sabrán si sirven o no como policías, si tienen vocación de servicio y las agallas realmente para enfrentar lo que se vive en ellas. “Si no conoces la calle, no puedes realizar una buena investigación”.