Bajo la fachada de ser protectoras de animales, dos mujeres envenenaron a un par de perros en un parque de la alcaldía Venustiano Carranza, un caso que aún se investiga, pero que podría ayudar a asociaciones civiles a seguir el rastro de los conocidos como mataperros.
El pasado 24 de octubre Margarita, de 68 años, y Norma, de 60, acudieron al deportivo Plutarco Elías Calles, en los límites de las colonias Valle Gómez y Popular Rastro, para dormir a los perros sin dueño que pasean por los jardines y luego los guardaron en bolsas de tela.
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Vecinos que realizaban ejercicio dentro del parque se dieron cuenta y pidieron el apoyo de la policía. Les encontraron jeringas y medicamentos de uso veterinario conocidos como barbitúricos, mismo que se aplica durante las eutanasias animales.
Tras la detención, se inició la carpeta de investigación CI/FIVC/VC-3/UI-1C/ D/02038/10-2020 dentro de la Fiscalía para la Investigación de Delitos Ambientales y en Materia de Protección Urbana.
Mientras, Plutarco y Venustiano -como nombraron a los perros- estuvieron bajo custodia en la Fiscalía, luego ingresaron a un antirrábico para cuidados básicos. Sin embargo, ante la necesidad de atención especializada, la asociación civil Mundo Patitas pidió la custodia de los animales . En ese momento ya habían pasado 18 horas del envenenamiento.
“Cuando las detienen, les encuentran el medicamento prohibido, la gente se suicida con eso. ¿Las señoras que no son veterinarias ¿cómo lo traían? Ellas dijeron que tienen muchos años haciéndolo, están respaldadas por una fundación poderosa”, dijo Norma Huerta, quien dirige la asociación Mundo Patitas.
En entrevista con El Sol de México cuenta que las mujeres fueron liberadas.
“Se detuvieron por 48 horas, pero como no es delito grave y además por la edad tienen consideraciones y por los protocolos de la pandemia para que la población vulnerable no esté ahí, salieron. Están en sus casas investigando quién las jodió. Los denunciantes tienen miedo”, agrega.
La Ley de Protección a los Animales local contempla esta práctica como actos de crueldad y maltrato. Pero de acuerdo con el Código Penal, para que sea considerado delito el animal debe tener heridas físicas evidentes, lo que se dirime ante un juez cívico, y si pierde la vida se castiga hasta con cuatro años de prisión.
Aunque Plutarco y Venustiano fueron atendidos, uno de ellos murió mientras su compañero está en un hogar temporal.
Huerta afirma que este es un caso que les permitiría llegar a la cabeza de las mafias de mataperros. Casos como éste se han registrado en distintas colonias como Peralvillo, donde en septiembre se detuvo a César N, o también en Condesa, que en 2016 murieron 18 perros envenenados.
Mundo Patitas es una de las asociaciones que apoya en el rescate de los perros extraviados o lesionados dentro del Metro y también apoya a los ciudadanos que denuncian casos de maltrato animal.
“Los que matan a los animales creen que no hay espacio, pero también estamos los que respetamos el derecho a la vida. Este sería un buen caso que nos permitiera llegar hasta la cabeza de la mafia.
“Hay muchos casos. Trabajamos con las fiscalías especializadas en este tipo de situaciones. Estas personas a las que se les conoce así (mataperros) no es la primera vez que actúan. Ya tienen muchos años, se perfeccionaron (...) como en el nuevo sistema el que acusa tiene que probar que ellas hacen lo que hacen, no es sencillo. Tenemos identificadas a personas, domicilios, pero no pasa nada porque no hay pruebas suficientes”, agrega Huerta.