La estrategia del gobierno federal para llenar el Sistema Cutzamala a través del bombardeo de nubes no aumentó el caudal de las presas que lo abastecen, a pesar de que pilotos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) realizaron ocho vuelos para estimular la lluvia, revelan bitácoras obtenidas vía transparencia por El Sol de México.
El 22 de marzo pasado el presidente, Andrés Manuel López Obrador, anunció que la Sedena iniciaría un bombardeo para provocar lluvias en presas del país, entre ellas el Sistema Cutzamala, que se compone por la presa Villa Victoria, Valle de Bravo y El Bosque, la cual alcanzó menos de la mitad de su almacenamiento por la sequía que azotó al país. Actualmente la capacidad es de 41 por ciento.
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Para lograr el bombardeo, pilotos de la Sedena volaron en un avión King Air 350i para inyectar 100 litros de yoduro de plata con acetona a nubes con alto grado de humedad y así provocar lluvias. El capitán segundo y meteorólogo de la Defensa Nacional, Ricardo Cruz Torres, explicó el 5 de abril pasado que el yoduro de plata y acetona actúan como un núcleo que aglutina todas las partículas de vapor de agua de la nube, las cuales se condensan y forman gotas de agua que generan lluvias.
Según las bitácoras, el avión caza llegó de Hermosillo, Sonora, a Santa Lucía, en el Estado de México. Desde esa base aérea salieron ocho vuelos de estimulación de lluvia: el 29 de marzo; el 10, 11, 12, y 23 de abril; y el 5, 6, 7 de mayo. Cuando terminó el proyecto, el caza regresó a Apodaca, Nuevo León.
Los bombardeos se realizaron principalmente en la tarde y noche, y el mayor efecto fue en los primeros días de mayo, en donde por más de cinco días el Sistema Cutzamala mantuvo en 39 por ciento la capacidad de almacenamiento.
De marzo a abril, los bombardeos fueron por la tarde, alrededor de las 15:00 horas y con una duración de casi tres horas, pero en mayo, en donde pilotos lograron el mayor número de operaciones de estimulación, se realizaron hasta pasadas de las 14:00 hasta las 22:00 horas.
El 29 de marzo fue el primer vuelo de estimulación de lluvias, de las 15:00 a las 16:48, menos de dos horas.
El 10 y 11 de abril siguió la operación de estimulación de las lluvias con vuelos registrados casi a la misma hora, 15:12 y 15:05. Ambos volaron por caso tres horas.
El 12 de abril se realizó la primera estimulación de lluvia por la mañana, de las 6:20 a las 9:20 horas; y el 23 de abril de las 15:27 a las 18:51 horas.
El Reporte de almacenamiento de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) del 10 al 13 de abril muestra una baja de 44.23 a 43.72 por ciento.
Para el 5 de mayo se realizó el primer vuelo nocturno del avión con matrícula 5213, salió a las 20:30 horas y regresó 23:30.
El 6 de mayo la bitácora dice que el avión salió a las 14:40 y regresó a las 22:20 horas. Sin embargo, el tiempo de vuelo anotado por la Sedena en el registro es de dos horas y media.
El Sol de México preguntó a la Sedena sobre la efectividad de los bombardeos y respondió que no cuentan con información sobre los resultados. La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) respondió lo mismo y su oficina de comunicación remitió a un comunicado de diciembre.
En su página oficial, la Secretaría de Agricultura informó el 25 de diciembre sobre la efectividad de los bombardeos a nivel nacional, pero omitió datos del Sistema Cutzamala. La Sader agregó que fueron 99 vuelos en ocho estados, en donde los caudales más beneficiados fueron los ubicados en polígonos de Sinaloa, Chihuahua, la Región Lagunera, Aguascalientes, Sonora y San Luis Potosí.
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