Tres de cada cinco personas en situación de calle que ejercen el trabajo sexual no cuentan con documentos de identidad, de acuerdo con el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred).
El Diagnóstico sobre la situación de derechos humanos de personas en situación de calle que ejercen el trabajo sexual, presentado ayer por Geraldina González de la Vega, titular de la Comisión, revela que las trabajadoras sexuales no tienen documentos oficiales, principalmente, porque nunca los han necesitado.
Además, de que una de cada cinco personas en situación de calle que ejercen esta actividad ha vivido siempre en el espacio público, a causa de problemáticas que impactaron negativamente su pertenencia a un sistema familiar.
González de la Vega expresó que con este diagnóstico se busca identificar las necesidades y el nivel de acceso a derechos humanos de las personas en situación de calle que ejercen el trabajo sexual.
“Lo que busca este diagnóstico es identificar las necesidades y el nivel de acceso a derechos humanos de las personas en situación de calle que ejercen el trabajo sexual con especial atención a los impactos”, explicó.
Víctor Alfonso Ávila García, coordinador de la investigación, detalló que el diagnóstico se elaboró a partir de la aplicación de un cuestionario, en el segundo semestre de 2023, a una muestra de 31 personas en situación de calle que ejercen el trabajo sexual en la Ciudad de México, 25 mujeres trans, cinco mujeres cis y un hombre trans de entre 18 y 64 años.
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Resaltó que menos del 40 por ciento de estas personas nació en la capital, ya que la mayoría proviene de otros estados o del extranjero, de las que el 55 por ciento no cuentan con documentos de identificación.
“Básicamente no existen para el Estado y no se han preocupado por decirles que tienen derecho a tener documentos de identidad para tener derechos básicos y esenciales. Es importante notar que las cuatro personas que provienen de otros países se encuentran en proceso migratorio”, expresó.
Destacó que el trabajo sexual no es su única fuente de ingresos ya que muchas de estas personas piden dinero, hacen labores de limpieza o reciclaje y ventas ambulantes.
Ávila García subrayó que una de cada cinco personas en situación de calle que ejercen el trabajo sexual ha vivido siempre en el espacio público, y tres de cada cinco se asean en el espacio público y hacen ahí sus necesidades fisiológicas, dada la ausencia de una infraestructura sanitaria pública y accesible.
“El 90 por ciento duerme en la calle, el otro diez por ciento lo hace ocasionalmente en albergues o en hoteles cuando accede a ingresos básicamente, el 58 por ciento realiza sus rutinas de aseo personal en vía pública, y el 58 por ciento también hace sus necesidades fisiológicas en el espacio público”, resaltó.
Subrayó que cuatro de cada cinco personas en situación de calle que ejercen el trabajo sexual han sido insultadas, amenazadas o golpeadas por dormir, descansar, asearse, orinar o defecar en el espacio público, donde los principales agresores son los transeúntes y los vecinos, aunque también son servidores públicos y policías.
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Lola Dejá-Vú Delgadillo Vargas, integrante de Agenda Nacional Política Trans de México, hizo un llamado a la jefa de gobierno electa, Clara Brugada, para incluir a las mujeres trans y cisgénero que se dedican a trabajo sexual en programas de vivienda o créditos de fácil acceso.
"Yo no les conozco a una sola mujer trabajadora sexual trans y cis que haya adquirido una vivienda por parte de los programas de vivienda por parte de la Ciudad de México", señaló.