Llegamos “al Plaza”, imposible estacionarse cerca del inmueble, en sus alrededores los establecimientos se ven vacíos, el ambiente huele a desolación, camiones de la Marina y el Ejército son los que adornan el lugar, nos piden no deambular por ahí, le solicitan a los vecinos mantener con ellos y con cuidado a sus mascotas, pues es muy temprano y es hora del paseo matinal. Bruno es un perro pastor alemán, corre, y su dueño le grita con fuerza: “¡Bruno, ven acá¡”, a Bruno poco le importa y salta la valla de color amarillo que ha sido instalada por las autoridades, el dueño vuelve a gritar y el perro obedece. Los militares pasean, caminan de un lado hacia otro, algunos duermen una siesta.
Nos acercamos a los soldados a preguntar qué pasa dentro del Plaza Condesa y nos comentan que habían ido ya varias personas a evaluar el inmueble que en los últimos años ha servido como escenario para presentar diversos artistas de talla nacional e internacional.
La Plaza Condesa fue construida entre 1952 y 1973, uno de los sitios más azotados por el sismo de 7.1 grados del pasado martes. Está rodeado de dos parques: España y México y de una diversidad de restaurantes, librerías, galerías de arte y tiendas especializadas. Hace un par de años que Ocesa le hizo modificaciones para el espectáculo, el arte y la cultura.
Gabriel Carbonell, administrador dijo: “Se ha procedido a las revisiones naturales como en todos los inmuebles y no hay riesgo de derrumbe, este edificio no se va a caer, sufrió daños sí, pero son externos, leves”, dijo.