La Policía Bancaria e Industrial, cuyo objetivo desde su origen fue brindar seguridad privada a los bancos, se ha alejado de las sucursales para vigilar las calles de la Ciudad de México, lo que se ha convertido en fructífero negocio para el gobierno capitalino, ya que por la prestación de este servicio obtuvo ganancias de de 5 mil 729 millones 294 mil 448 pesos con tres centavos durante 2018.
Hoy en día la encargada de proporcionar la seguridad de los habitantes de la capital del país es la Secretaría de Seguridad Ciudadana y para ello se da la tarea de capacitar constantemente al cuerpo policial, sin embargo, el déficit de elementos en la corporación ha hecho que los policías bancarios apoyen en estas tareas por lo que son enviados a dependencias que los subcontratan para su seguridad. De ahí vienen las ganancias.
Un ejemplo de ello es el caso de la alcaldía Álvaro Obregón. En 2018 destinaron 144 millones de pesos para contratar a 480 elementos de la PBI y de la Policía Auxiliar para hacer trabajos de prevención en las colonias.
Durante un recorrido el viernes 12 de abril se observó como los elementos, que portan chaleco y las insignias PBI, manejaban una camioneta tipo patrulla de color blanco con logos de la alcaldía. Dentro viajaba un sujeto detenido.
Para reforzar la necesidad de la SSC, la alcaldía sufrió un recorte de 300 elementos. Marcela Muñoz, directora general de seguridad de Álvaro Obregón, dijo que esta decisión los dejó en medio de un suplicio porque sólo le quedaron 280 elementos, pero 80 tenían que cuidar las distintas oficinas de la alcaldía.
“Ya se había ofrecido que esta policía (PBI) levantara denuncias y ya hacía todas las funciones policiales, entonces imagínate que de la noche a la mañana me quitan 300 elementos (...) ahí empezamos con un suplicio, empezar a trabajar con sólo 90 elementos para el operativo y 80 intramuros, entonces, el lunes pasado (1 de abril) se reincorporan otra vez 110 elementos de la Policía Bancaria e Industrial y 90 que teníamos, pues ya traemos 200 en operativo", expuso.
Para 2019 la alcaldía tiene un techo presupuestal de 133 millones de pesos para contratar seguridad privada, menos que en 2018, en este último año a la PBI le pagaron 8 millones 107 mil 534.
Otro ejemplo es Benito Juárez, de extracción panista, que tenía sólo 70 elementos para vigilar toda la demarcación. Aquí la lógica sería que la SSC le enviara mayor número de elementos para ello, pero no ocurrió así.
El alcalde Santiago Taboada tuvo que pagarle a la misma secretaría 120 millones de pesos para que le integre 230 uniformados más y completar una lista de 300 hombres que evitarán los problemas de robo a casa habitación y de automóviles, así como de autopartes por los que padece la demarcación.
HABLANDO DE NEGOCIOS
Nacieron para cuidar los bancos pero por la falta de personal por parte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, les han pedido apoyo para vigilar las calles.
Pablo César Ovalle Estrada, director general de la PBI, recordó que ante la necesidad que tenía la Secretaría de Seguridad Ciudadana relevaron a la policía preventiva en 2010. Para 2013 y 2014 entraron a resguardar 14 Centros de Transferencia Modal (Cetram) con 450 elementos, y por las mismas fechas ingresaron al Metro donde resguardan con 2 mil 225 elementos las líneas 1, 2, 3, 7 y 8.
"Somos un cuerpo complementario, tenemos la facultad de manejar vehículos de emergencia, hacer remisiones y presentaciones al juez cívico y al Ministerio Público. También si usted va transitando por la calle y le pide apoyo a un PBI, tenemos facultades de hacer alguna detención y si vemos un delito en infragancia al momento se hace la detención", aclaró.
