Rebeca, sus dos hijas, una de siete y otra de 13 años, y su mamá llegaron desde el Ajusco a al Zócalo capitalino para ver concierto de la Rosalía.
Alrededor de las 15:00 horas, las tres personas estaban sentadas en una jardinera de la calle Pino Suárez y comían sándwiches mientras esperaban para caminar al Zócalo.
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“Nosotras venimos de Santo Tomás Ajusco, venimos en transporte público y nos hicimos tres horas”, contó Rebeca.
La mujer arribó en compañía de su mamá y su dos hijas, tres generaciones distintas que se juntaron para poder disfrutar del concierto gratuito de la Rosalía.
Con gorra, lentes y hasta impermeable llegaron preparadas para esperar el inicio del concierto a las ocho de la noche.
Mientras tanto, por las calles 20 noviembre, 16 de septiembre y Pino Suárez llegaban jóvenes, niñas, niños y familias.
Cerca de dos mil trabajadores del gobierno de la Ciudad de México orientaban a los asistentes y proporcionaban información para evitar aglomeraciones.
En las calles Eje central, 20 de noviembre, Pino Suárez, 5 de Mayo, Juarez y Alameda Central se instalaron 18 pantallas para que las personas pudieran observar la esperada presentación.
También en la Alameda Central se instaló una área de niñas y niños para que las familias disfruten tranquilamente del show.
La tarde cálida permitió llegar a las personas con calma para poder disfrutar a la “Motomami”.
En la planta del zócalo capitalino y calles aledañas se encontraba personal de la Secretaría Gestión Integral de Riesgo y Protección Civil y Módulos de Atención de Locatel.
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El Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) y el cuerpo heroico de bomberos también estuvieron presentes para cualquier percance que sucediera con los fans de la española.
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