El director general del Fideicomiso Centro Histórico, JoséMariano Leyva, dijo ayer que ya concluyó el diagnóstico deltrabajo que se realizará a la estatua ecuestre de Carlos IV,conocida como “El Caballito”, restauración que estará a cargode especialistas del Instituto Nacional de Antropología eHistoria (INAH).
Adelantó que después de tres años de que la obra fue dañada,en dos semanas también se darán a conocer los tiempos einversión que se requerirá para rescatar dicha escultura, obra dedon Miguel Tolsá, que se encuentra frente al Museo Nacional deArte, en la calle de Tacuba, en el Centro Histórico.
En entrevista, luego de la presentación del concurso “RetoDocs Ciudad de México”, indicó también que el Gobiernocapitalino, a través del fideicomiso que él preside, pagará losgastos de restauración y el trabajo de los especialistas, einvertirá en materiales y honorarios de algunos especialistasinternacionales que trabajarán para reparar el “error que setuvo en la mala intervención”.
Se trata de contar, además de restauradores del InstitutoNacional de Antropología e Historia (INAH), con especialistas deItalia, Estados Unidos y Alemania, quienes están apoyando con susopiniones, precisó.
Mariano Leyva adelantó que es un trabajo muy completo el querealizarán, luego del error que se tuvo en la mala intervención ala estatua de “El Caballito”, donde habrán de arreglar elpedestal, que presenta fisuras y oxidación por dentro debido alpaso del tiempo.
Resaltó que el pedestal no ha sido intervenido, pero serestaurará en el marco de los trabajos que se realizarán en fechapróxima.
AFECTADA
La estatua ecuestre fue dañada en la mitad de su superficiedurante el proceso de limpieza malhecho a cargo de Arturo JavierMarina Othón, quien fue contratado por funcionarios del CentroHistórico del Gobierno.
Para empezar, dicho servicio fue efectuado sin conocimiento delInstituto Nacional de Antropología e Historia.
En junio del año pasado, investigadores de dicho organismodieron un primer dictamen de los daños sufridos en la escultura,pues el encargado de limpiarla utilizó ácido nítrico al 30 porciento para realizar la limpieza, pero fue al 60 por ciento.
Al utilizar el ácido nítrico en concentraciones tan elevadasse eliminó irreversiblemente tanto la patina que protegía lasuperficie, como una cantidad de metal de la aleación del bronce yse puso en riesgo la integridad de la obra.
El ácido nítrico, determinó el INAH, atacó inicialmente lapatina de la escultura, disolviéndola y así se perdióirreversiblemente el 50 por ciento de esa capa estable queprotegía el bronce original.
“Al eliminarla, el metal quedo expuesto a nuevos y másagresivos procesos de corrosión. Además de la eliminación de lapatina no ocurrió de manera homógenea”, determinó el INAH.
Asimismo, hubo una desaleación y pérdida irreversible deelementos, como el estaño y zinc; corrosión el bronce; yabrasión de la superficie por el uso de cardas metálicas.
En su pedestal los daños hay manchas en la piedra por elescurrimiento y absorción de la solución del ácido nítrico; ydisolución y desprendimiento de capas superficiales de carbonatode calcio, provocados por una limpieza con agua a presión en lostableros de mármol.
Finalmente, a partir del 28 de junio de este año el INAH sehizo cargo del diagnóstico e intervención para la conservación yrestauración de la escultura y se tenía planeado que al concluiren septiembre se tendría listo el diagnóstico y este mesiniciaría las acciones rehabilitadoras