El pasado 20 de septiembre, un día después del sismo que azotó a la Ciudad de México, el rector de la Universidad Nacional de México (UNAM), Enrique Graue, ofreció todo el apoyo de la institución al Tecnológico de Monterrey, para que no interrumpan sus actividades académicas; sin embargo, los propios edificios de Ciudad Universitaria presentan afectaciones a simple vista.
En un recorrido realizado por El Sol de México, se pudo constatar que algunas facultades presentan daños en sus edificios. Grietas transversales y muros desfasados se observan en los pasillos. Hay ausencia de sus estudiantes, en sus alrededores se ven escombros, aunque ya se realizan labores de limpieza por elementos de la Universidad Nacional.
Las Facultades de Química y Medicina son las más afectadas según testimonios de alumnos y personal de la UNAM. La escuela de medicina presenta grietas que parecen partir el edificio por la mitad. Por otra parte, los vigilantes de Química informaron que están cerradas las entradas de la institución, debido a que realizan trabajos de revisión. Por su parte, el director general de Prevención y Protección Civil de la UNAM, Eduardo Cayetano Cacho Silva, informó que se realizó un recorrido por las facultades de la institución y los datos preliminares arrojaron que las instalaciones se encuentran “en buenas condiciones”.
“Ya han sido revisados todos estos daños aparentes y se está trabajando en la valoración técnica, a cargo del Instituto de Ingeniería, la Facultad de Ingeniería y la de Arquitectura (de la UNAM) para determinar si hay daños estructurales”, afirmó Cayetano Cacho en una entrevista con este diario.
Sobre las grietas, Cacho Silva detalló que existe una diferencia entre una grieta de muros y una de estructura; la primera es superficial, mientras la segunda se debe atender para prevenir más adelante un colapso. El funcionario comentó que ya se están revisando los daños y serán las autoridades antes mencionadas quienes establezcan la diferencia.