Este 21 de julio se cumplen 28 años del primer trasplante decorazón exitoso en México, posible por la habilidad de un equipode especialistas del Centro Médico Nacional La Raza del IMSS,quienes trabajaron hombro con hombro para colocar el órgano de unajoven que acababa de fallecer, Eloísa Pacheco, a José FernandoTafoya Chávez, de 45 años.
Rubén Argüero Sánchez, académico de la Facultad de Medicina(FM) de la UNAM, quien participó en la cirugía, recuerda: “Eranlas 5:30 de la mañana de un jueves de 1988 y yo operaba a lahermana de un médico, porque a las 10 tenía una reunión parainiciar el programa de marcapasos”.
Como a las 7:30, Argüero recibió la llamada de un cirujanopara informarle que había un donador de corazón, una mujer conmuerte cerebral. Tenía un tumor no maligno no extirpado porcompleto.
“Ahí empezó todo. Hablé con la jefa de servicios médicos,quien tras algunas llamadas nos autorizó la cirugía. En eseinstante entré en pánico, pero no podía fallarle a mi grupo, conel que trabajaba desde hacía un trienio. Fue un miedo mezclado conresponsabilidad y compromiso lo que nos llevó a lo yaprevisto”.
Los especialistas valoraron a la paciente y determinaron que eraideal para el trasplante y se habló con su familia para autorizarla donación.