El reciente nacimiento de un grupo de autodefensa para hacerfrente al Tequilero, un temido capo que tiene aterrorizado alempobrecido estado de Guerrero, es una muestra del incremento delos justicieros en México, civiles que no dudan en aplicar supropia ley ante el desamparo del Estado.
La pasada semana civiles de San Miguel Totolapan, en la regiónde Tierra Caliente, se levantaron en armas y retuvieron a más de20 personas que relacionaban con el grupo de Los Tequileros, quetenía secuestrado al ingeniero Isauro de Paz.
Entre las personas secuestradas se hallaba la madre de RaybelJacobo de Almonte, conocido como el Tequilero, acusado deextorsionar, asesinar y realizar al menos 50 secuestros, diez deellos masivos.
Entérate:
Tras la mediación del gobierno estatal, la madre fue liberadapor el grupo de autodefensa a los pocos días para intercambiarlapor el ingeniero.
Si bien el conflicto se solucionó con la liberación de losdetenidos por parte del Movimiento por la Paz de San MiguelTotolapan -uno de ellos será juzgado por presuntos nexos con elTequilero-, el suceso pone de manifiesto la creciente ola deinseguridad que azota el país.
Y, sobre todo, el sentimiento de desamparo que sienten muchos desus ciudadanos, llevándoles a sucumbir a la ley del "ojo por ojo,y diente por diente".
El pasado 11 de diciembre otro suceso desató las alarmas. En elbarrio de la Navarte de la capital mexicana, de clase media, unladrón falleció a manos del cliente de una taquería.
Este no dudó en dispararle a él y a sus dos acompañantes, quesegún algunos medios locales iban con pistolas de juguete.
Después se conoció la identidad del "justiciero", un escoltaque según las autoridades solo cumplió con el deber de proteger asu patrón y a la familia de este.
Lee también:
Matiz aparte, este suceso no hace más que sumarse a laretahíla de eventos que salen en los medios y parecen subrayar elaumento de la violencia en ese país con niveles de homicidio novistos desde que el presidente Enrique Peña Nieto llegó al podera finales del 2012.
Este octubre, el pasajero de un autobús que hacía la rutaCiudad de México-Toluca disparó a cuatro asaltantes que habíanrobado su unidad, y quienes resultaron muertos en la cuneta.
Conocido como "el justiciero de la Marquesa", hasta el momentono se ha logrado descubrir su identidad, en parte por eldesinterés del resto de la ciudadanía de delatarlo. De hecho, niuno de los pasajeros del vehículo rindió declaración alrespeto.
Ello a pesar de que el artículo 17 de la Constitución mexicanaimpide al ciudadano la impartición de justicia por su propia mano,y de que está prohibido llevar armas, salvo casos deexcepción.
Según el recuento de un medio de comunicación local, en elEstado de México, que rodea parte de la capital y es una de lasregiones más peligrosas del país, este año al menos 11 presuntosdelincuentes han perdido la vida a manos de estos "vengadores".
Entérate:
Además de esto, la ley de talión no se ejerce solo conpistola, ya que en México son habituales los linchamientos porparte de enfurecidas turbas.
Un ejemplo de esto ocurrió en octubre del pasado año enAjalpan (Puebla), cuando dos hermanos encuestadores fueronconfundidos con secuestradores y terminaron quemados vivos.
Ese mismo mes, otro macabro episodio tuvo lugar cuando unllamado "Grupo de élite antirratas" cortó las manos a sietepresuntos ladrones en Tlaquepaque, municipio del occidental estadomexicano de Jalisco.
Uno de los agredidos murió desangrado junto a un cartel con unmensaje escrito a mano que contenía el mensaje: "Esto nos pasópor rateros (ladrones)".
Según la más reciente Encuesta Nacional de Seguridad PúblicaUrbana (ENSU), realizada por el instituto de estadísticas, enseptiembre de este año el 71,9 % de los mexicanos se sentíaninseguros en sus ciudades, siendo este el nivel más alto desdemarzo de 2014.
No te pierdas: