/ lunes 4 de julio de 2016

Extraviados, mil mdp para reparar daños en la Zona Rosa

  • Nula implementación de recursos pagados por grandesdesarrolladores
  • Colonos acusan desvío de Impuesto para Mitigación yResarcimiento
  • No se ha realizado ninguna obra importante, pese a elevadarecaudación
  • Grave inseguridad, insalubridad y envejecimiento de calles, larealidad

Salvador M Pavón / El Sol de México

Primera de dos partes

Vecinos y comerciantes denuncian ante El Sol de México que nose ha realizado ninguna obra con lo cobrado a desarrolladoras.

Reclaman falta de transparencia y desinterés durante los 6Gobiernos Centrales y 9 Jefaturas Delegacionales del PRD.

La ZR necesita con urgencia inversión y apoyo de autoridadescentrales y delegacionales, dicen.

Con una Zona Rosa (ZR) envejecida y asfixiada por casi 20 añosde olvido, corrupción y omisión de Gobiernos perredistas, vecinosy comerciantes de la otrora zona residencial de grandes casonas ypalacetes --evocadoras de la aristocracia porfiriana--,“denuncian el extravío de más de mil millones de pesos quehabrían pagado los desarrolladores de grandes edificioscorporativos y complejos comerciales por concepto del ‘Impuestopara Mitigación y Resarcimiento de daños’ en las áreas dondehoy se levantan dichas construcciones”.

Desesperados por la pérdida constante de los casi 2.5 millonesde consumidores que visitan mensualmente sus más de 400 oficinas,hoteles, restaurantes, bares y establecimientos comerciales de losmás diversos giros en las 24 manzanas que la integran, residentesy locatarios denuncian en exclusiva a El Sol de México eldesinterés de las autoridades del Gobierno Central y de laDelegación Cuauhtémoc, que hoy mantiene a la Zona Rosa en riesgode desaparecer en medio de la inseguridad, el envejecimiento de suscalles y banquetas, la insalubridad.

La falta de transparencia en fideicomisos millonarios, laopacidad en el manejo y destino de los recursos de Plan OperativoAnual (POA), y el Propuesto Participativo, en el Gobierno de laCiudad y la Delegación Cuauhtémoc, ya no solo se refleja en eldescuido de la zona, sino también en la caída de casi 30 porciento de la derrama económica mensual que la Zona Rosa tiene decasi 500 millones de pesos, y el consecuente cierre de decenas deestablecimientos que han quebrado por el desplome de sus ventas, refieren los denunciantes.

La Agrupación de Comerciantes de la Zona Rosa y ComitéCiudadano del área, destacan que a lo largo de más de 18 años nilos Gobiernos locales de la Cuauhtémoc ni lo que antes era laJefatura de Gobiernos del Distrito Federal, han invertido y muchosmenos intervenido con la asignación de recursos para elremozamiento y recuperación de este emblemático polígonoturístico y comercial de la Ciudad de México, donde convergetodos, un turismo conformado en 51 por ciento nacional y 49 porciento extranjero.

El lapso de tiempo de descuido y desinterés a que se refierenlos demandantes, abarca a cuatro jefes de Gobierno de la Ciudad deMéxico y dos interinos, así como a diez jefes Delegacionales dela Cuauhtémoc. En el primer caso estamos hablando de CuauhtémocCárdenas (1997-1999); Rosario Robles, interina (1999-2000); LópezObrador (2000-2005); Alejandro Encinas, interino (2005-2006);Marcelo Ebrard, (2006-2012), y Miguel Ángel Mancera(2012-2018).

El segundo periodo abarca desde 1997 a la fecha a JorgeLegorreta, Dolores Padierna, José Alfonso Suárez, VirginiaJaramillo, José Luis Muñoz, María Guadalupe Gómez, AgustínTorres, Arturo Pradel, Alejandro Fernández y Ricardo Monreal, cuyagestión seguramente también terminará antes del periodoconstitucional que concluye en 2018. HISTORIA EN ROSA…

Con base a un censo de datos actualizados, la Zona Rosa seextiende de Insurgentes a Varsovia y de Chapultepec a Reforma,aunque anteriormente los registros la delineaban de Insurgentes aSevilla y de Chapultepec a Reforma o la Secretaría de Turismo delGobierno capitalino “la tiene mal catalogada de Insurgentes aFlorencia y de Chapultepec a Reforma”, señalan sushabitantes.

Representa un sector de la Colonia Juárez, delimitado por Paseode la Reforma, Florencia, Avenida Chapultepec y Avenida de losInsurgentes. Tiene sus orígenes a finales del siglo XIX, como unazona residencial caracterizada por grandes casonas y palacetes queeran la morada de distinguidas personalidades de la sociedadporfiriana.

Este perfil de sus moradores, originó una suerte de aislamientodel resto de la ciudad de ese entonces, que se acentuaba por lascaracterísticas sociales de sus habitantes y las de susresidencias, edificadas al estilo europeo en calles que llevaban elnombre de ciudades de ese continente.

Ese mismo carácter de exclusividad la llevó durante los durostiempos de la posrevolución, a ser declarada “zona neutral” yalbergar durante esos días en las instalaciones del Hotel Geneve aembajadores y representantes diplomáticos acreditados enMéxico.

Décadas más tarde, en plena etapa de crecimiento económicotras la Segunda Guerra Mundial, a finales de los cuarentas, seempezaron a edificar algunos grandes hoteles en torno al Paseo dela Reforma como el María Isabel y el Reforma, entre otros.

Esto originó que esta avenida y sus alrededores empezaran a serfrecuentados por turistas extranjeros lo que motivó cambios en eluso de suelo de la zona. De tal suerte algunos dueños de lasantiguas casonas, venidos a menos, empezaron a rentar los garajespara la instalación de boutiques y negocios, y terminar vendiendolas construcciones que fueron convertidas en lujosos restaurantes yexclusivos centros nocturnos.

Este fenómeno quedó plasmado en la “La Región mástransparente”, de Carlos Fuentes. Así este sector de la ColoniaJuárez recibió la inversión de varios empresarios enfocados alsector turístico abriéndose nuevos y elegantes hoteles como eldesaparecido Hotel Presidente así como modernos y sofisticadospasajes comerciales como el Centro Comercial Jacarandas con suscafés, tiendas de moda, galerías de arte y exóticaspersonalidades de la vida artística y literaria que ahí sereunían.

A Vicente Leñero se le atribuye el nombre de “Zona Rosa”,ya que al parecer de Leñero, el área era “demasiado tímidapara ser roja y demasiado atrevida para ser blanca”. De estamanera las calles de la Zona Rosa se convirtieron en el lugar demoda y sus cafés en el lugar para ver y ser vistos, el punto deencuentro de la ciudad.

Sin embargo, en la década de los ochentas, la Zona Rosa inicióun periodo de decadencia que le quitó brillo en beneficio de otraszonas como Polanco y más recientemente las calles de Madero en elCentro Histórico. “ESE IMPUESTO NO SE VE…”

Frente a ello, es que ahora, el presidente de la Agrupación deComerciantes de la Zona Rosa, Jorge Eduardo Pascual Nevarez,denuncia que hay un impuesto que se llama de Mitigación  deresarcimiento. “Ese impuesto está para que los dueños de losedificios de gran tamaño resarzan los daños que hacen a lazona”, explica.

Cuando un constructor daña instalaciones o infraestructura, esun caso aparte cuya reparación corresponde al concepto deresponsabilidad civil. En todos los procesos de lasmegaconstrucciones, y aún las medianas y pequeñas, destruyen lasbanquetas, mismas que deben reparar y dejarlas como nuevas, hechoque no puede considerarse parte de las medidas de integración.

El dirigente de los comerciantes detalla que el monto delimpuesto depende de la cantidad de pisos con que cuente laconstrucción, del tamaño del terreno y de la profundidad de suscimientos, y cita como ejemplo el predio donde estaba el cineLatino y donde construyeron arriba de 45 niveles. Agrega que estegravamen se paga a la Tesorería del Distrito Federal y que por elmismo concepto es un dinero que se debe ejercerse en el áreaafectada directamente.

“Pero un peso no se ha visto”, señala el restaurantero,quien puntualiza que por la construcción de su corporativo, TorreBancomer de Reforma y Lieja, no dejó de dar menos de 100 millonesde pesos, ya que han dañado mucho a la colonia, y lo mismo con laTorre Magenta, refiere que ellos dicen también, “yopagué”.

El impuesto predial recaudado en las colonias Juárez yCuauhtémoc es ya más del 6 por ciento del total en la ciudad. Sinembargo, restauranteros y locatarios del área aseguran que a pesarde la alta recaudación en nuestras colonias, hace once años queno se ha hecho ninguna obra importante.

La infraestructura, aseguran, es insuficiente por el exceso dedemanda de las nuevas construcciones y por el estado de ruina degran parte de ella: “drenajes rotos o con pendientes invertidasque ya huelen muy mal, pavimentos destrozados, red hidráulica confugas y muchas veces sin líquido”.

Jorge Pascual precisa que para la Zona Rosa, la ley dice que nose deben construir inmuebles con más de cuatro o cinco pisos.Aquí en la zona hay dos edificios nuevos. Reforma 222, y la TorreMagenta. Y Agrega que actualmente hay ocho obras por arriba de losniveles que marca la normatividad en las esquinas de Reforma yFlorencia.

“Calculamos que con todas esas obras, lo que han dado todasesas empresas anda arriba de 1000 millones de pesos”, puntualizay abunda: “con esa cantidad de recursos se haría cuatro veces elproyecto de rescate de la Zona Rosa”.

Cuando se instaló el Consejo Consultivo de la Zona Rosa, sedijo ¿hay dinero?  No hay dinero, dijeron, pero no hay dineroporque no quieren que haya dinero. Aquí todos  los edificios queestán en Reforma. Todos los nuevos  desde Reforma 222 hasta laChapultepec pagan impuestos. LOS OPACOS Y FALLIDOS FIDEICOMISOS

Desde 2004, empresarios, hoteleros, restauranteros ycomerciantes establecidos, exigieron a las autoridades del Gobiernocapitalino crear un programa de rescate de la Zona Rosa. Sesolicitó a la administración capitalina apoyo con facilidades eincentivos fiscales como el que otorgó a los empresarios en elCentro Histórico, para motivar a que nuevos inversionistasparticipen en la zona, ya que encontrarían facilidades y noreglamentos que los decepcionen.

Los empresarios propusieron crear un fideicomiso a través delcual podrán participar la iniciativa privada junto con el Gobiernodel Distrito Federal, en donde se buscará llevar a cabo unprograma de 30 acciones que permitiera la rehabilitación delárea, sin que se llegara a concretar.

De acuerdo con indagaciones sobre el tema de recuperación demitigaciones comenzó a discutirse nuevamente en el seno delllamado Consejo Consultivo para el Rescate de la Zona Rosa, desdejunio de 2013, cuando el entonces secretario de Gobierno de laciudad, Héctor Serrano, afirmó que lo importante era que ya seestaba ante la oportunidad histórica de poder retomar la zona,como lo que siempre había sido: un emblema de la Ciudad deMéxico.

Aseguró  que Miguel Ángel Mancera tenía especial interés enque el Consejo Consultivo alcanzara acuerdos para comenzar adireccionar acciones en materia de verificación, proteccióncivil, obras y desarrollo urbano. Sin embargo, nuevamente eseConsejo se desvaneció después de dos años de reuniones conresultados nulos y sin que nunca se vieran las acciones de lasSecretarías de Protección Civil, Obras o Desarrollo Urbano en elmismo.

El tiempo que duró el Consejo, su Secretaría Técnica nuncapresentó una sola minuta, pese a que se llegó a decir: “Buscanque en tres meses comiencen a reflejarse los primeros cambios encuanto a imagen y seguridad que permitan el regreso de los turistasal polígono, y tres años después, la Zona Rosa está cada díamás “triste y abandonada”, sostienen los comerciantes.

También en 2013 se entregó al entonces delegado enCuauhtémoc, Alejandro Fernández, un listado de 65 casos demitigación no cumplidos en la Colonia Juárez y cuya recuperaciónsimuló apoyar durante dos años. En esos días las únicasmitigaciones realizadas después de once años de megaproyectos enReforma, eran las banquetas y el camellón de Florencia y unapequeña obra en la Cerrada de Hamburgo. EL CONSEJO CONSULTIVO DELA ZR, OTRO ENGAÑO

Desde esos días del Consejo Consultivo de la Zona Rosadecíamos que era un impuesto que no entraba a la panza de laTesorería y que acabaría, como tantas otras cosas, por tener unfin no muy transparente, recuerdan algunos los locatarios.

En contraste, remarcan el estado de ruina que se observa porejemplo en los alrededores de la Plaza Reforma 222, con banquetasrotas, pavimentos destrozados, y en el resto del polígonoturístico, calles insalubres, guarniciones y banquetas destrozadaso jardineras llenas de basura.

Jorge Pascual aclara que el primer fideicomiso que iba existiren  2004 nunca se constituyó, pues no se dio la aportación delos recursos por parte del Gobierno y que a la fecha el únicofideicomiso que existe es el Fideicomiso del Comité Técnico deParquímetros, concesionado por 20 años a la empresa privada“Operadora de Estacionamientos Viales, S. A., de C.V.(Opevsa).

Afirma que el Corredor Chapultepec-Zona Rosa tampoco seconstituyó, ya que además de que nunca estuvieron de acuerdo,éste fue rechazado en la consulta pública que se realizó del 29de agosto al 6 de septiembre de 2015, para ver si se llevaba a caboo no el proyecto.

Para los denunciantes, la Ley de Desarrollo Urbano vigente en laCiudad de México no da certeza jurídica sobre los montos yprocedimientos para establecer la mitigación del impacto urbano deuna construcción. La Procuraduría Ambiental y del OrdenamientoTerritorial tampoco ha sido dotada de facultades para cumplir susfines.

Se quejan de la gran cantidad de leyes, códigos, reglamentos yjurisprudencias –más de 160 leyes de todos los órdenes en lamateria– que al final solo benefician a unos cuantos bufetespoderosos y cuyas tarifas están lejos del alcance de lasmayorías.

Por si fuera poco, mientras a los vecinos se les aplicó enmeses recientes un aumento repentino en el predial de hasta más de1000 por ciento, a los grandes desarrolladores se los exime hastapor ocho años de sus obligaciones. (Continúa)

  • Nula implementación de recursos pagados por grandesdesarrolladores
  • Colonos acusan desvío de Impuesto para Mitigación yResarcimiento
  • No se ha realizado ninguna obra importante, pese a elevadarecaudación
  • Grave inseguridad, insalubridad y envejecimiento de calles, larealidad

Salvador M Pavón / El Sol de México

Primera de dos partes

Vecinos y comerciantes denuncian ante El Sol de México que nose ha realizado ninguna obra con lo cobrado a desarrolladoras.

Reclaman falta de transparencia y desinterés durante los 6Gobiernos Centrales y 9 Jefaturas Delegacionales del PRD.

La ZR necesita con urgencia inversión y apoyo de autoridadescentrales y delegacionales, dicen.

Con una Zona Rosa (ZR) envejecida y asfixiada por casi 20 añosde olvido, corrupción y omisión de Gobiernos perredistas, vecinosy comerciantes de la otrora zona residencial de grandes casonas ypalacetes --evocadoras de la aristocracia porfiriana--,“denuncian el extravío de más de mil millones de pesos quehabrían pagado los desarrolladores de grandes edificioscorporativos y complejos comerciales por concepto del ‘Impuestopara Mitigación y Resarcimiento de daños’ en las áreas dondehoy se levantan dichas construcciones”.

Desesperados por la pérdida constante de los casi 2.5 millonesde consumidores que visitan mensualmente sus más de 400 oficinas,hoteles, restaurantes, bares y establecimientos comerciales de losmás diversos giros en las 24 manzanas que la integran, residentesy locatarios denuncian en exclusiva a El Sol de México eldesinterés de las autoridades del Gobierno Central y de laDelegación Cuauhtémoc, que hoy mantiene a la Zona Rosa en riesgode desaparecer en medio de la inseguridad, el envejecimiento de suscalles y banquetas, la insalubridad.

La falta de transparencia en fideicomisos millonarios, laopacidad en el manejo y destino de los recursos de Plan OperativoAnual (POA), y el Propuesto Participativo, en el Gobierno de laCiudad y la Delegación Cuauhtémoc, ya no solo se refleja en eldescuido de la zona, sino también en la caída de casi 30 porciento de la derrama económica mensual que la Zona Rosa tiene decasi 500 millones de pesos, y el consecuente cierre de decenas deestablecimientos que han quebrado por el desplome de sus ventas, refieren los denunciantes.

La Agrupación de Comerciantes de la Zona Rosa y ComitéCiudadano del área, destacan que a lo largo de más de 18 años nilos Gobiernos locales de la Cuauhtémoc ni lo que antes era laJefatura de Gobiernos del Distrito Federal, han invertido y muchosmenos intervenido con la asignación de recursos para elremozamiento y recuperación de este emblemático polígonoturístico y comercial de la Ciudad de México, donde convergetodos, un turismo conformado en 51 por ciento nacional y 49 porciento extranjero.

El lapso de tiempo de descuido y desinterés a que se refierenlos demandantes, abarca a cuatro jefes de Gobierno de la Ciudad deMéxico y dos interinos, así como a diez jefes Delegacionales dela Cuauhtémoc. En el primer caso estamos hablando de CuauhtémocCárdenas (1997-1999); Rosario Robles, interina (1999-2000); LópezObrador (2000-2005); Alejandro Encinas, interino (2005-2006);Marcelo Ebrard, (2006-2012), y Miguel Ángel Mancera(2012-2018).

El segundo periodo abarca desde 1997 a la fecha a JorgeLegorreta, Dolores Padierna, José Alfonso Suárez, VirginiaJaramillo, José Luis Muñoz, María Guadalupe Gómez, AgustínTorres, Arturo Pradel, Alejandro Fernández y Ricardo Monreal, cuyagestión seguramente también terminará antes del periodoconstitucional que concluye en 2018. HISTORIA EN ROSA…

Con base a un censo de datos actualizados, la Zona Rosa seextiende de Insurgentes a Varsovia y de Chapultepec a Reforma,aunque anteriormente los registros la delineaban de Insurgentes aSevilla y de Chapultepec a Reforma o la Secretaría de Turismo delGobierno capitalino “la tiene mal catalogada de Insurgentes aFlorencia y de Chapultepec a Reforma”, señalan sushabitantes.

Representa un sector de la Colonia Juárez, delimitado por Paseode la Reforma, Florencia, Avenida Chapultepec y Avenida de losInsurgentes. Tiene sus orígenes a finales del siglo XIX, como unazona residencial caracterizada por grandes casonas y palacetes queeran la morada de distinguidas personalidades de la sociedadporfiriana.

Este perfil de sus moradores, originó una suerte de aislamientodel resto de la ciudad de ese entonces, que se acentuaba por lascaracterísticas sociales de sus habitantes y las de susresidencias, edificadas al estilo europeo en calles que llevaban elnombre de ciudades de ese continente.

Ese mismo carácter de exclusividad la llevó durante los durostiempos de la posrevolución, a ser declarada “zona neutral” yalbergar durante esos días en las instalaciones del Hotel Geneve aembajadores y representantes diplomáticos acreditados enMéxico.

Décadas más tarde, en plena etapa de crecimiento económicotras la Segunda Guerra Mundial, a finales de los cuarentas, seempezaron a edificar algunos grandes hoteles en torno al Paseo dela Reforma como el María Isabel y el Reforma, entre otros.

Esto originó que esta avenida y sus alrededores empezaran a serfrecuentados por turistas extranjeros lo que motivó cambios en eluso de suelo de la zona. De tal suerte algunos dueños de lasantiguas casonas, venidos a menos, empezaron a rentar los garajespara la instalación de boutiques y negocios, y terminar vendiendolas construcciones que fueron convertidas en lujosos restaurantes yexclusivos centros nocturnos.

Este fenómeno quedó plasmado en la “La Región mástransparente”, de Carlos Fuentes. Así este sector de la ColoniaJuárez recibió la inversión de varios empresarios enfocados alsector turístico abriéndose nuevos y elegantes hoteles como eldesaparecido Hotel Presidente así como modernos y sofisticadospasajes comerciales como el Centro Comercial Jacarandas con suscafés, tiendas de moda, galerías de arte y exóticaspersonalidades de la vida artística y literaria que ahí sereunían.

A Vicente Leñero se le atribuye el nombre de “Zona Rosa”,ya que al parecer de Leñero, el área era “demasiado tímidapara ser roja y demasiado atrevida para ser blanca”. De estamanera las calles de la Zona Rosa se convirtieron en el lugar demoda y sus cafés en el lugar para ver y ser vistos, el punto deencuentro de la ciudad.

Sin embargo, en la década de los ochentas, la Zona Rosa inicióun periodo de decadencia que le quitó brillo en beneficio de otraszonas como Polanco y más recientemente las calles de Madero en elCentro Histórico. “ESE IMPUESTO NO SE VE…”

Frente a ello, es que ahora, el presidente de la Agrupación deComerciantes de la Zona Rosa, Jorge Eduardo Pascual Nevarez,denuncia que hay un impuesto que se llama de Mitigación  deresarcimiento. “Ese impuesto está para que los dueños de losedificios de gran tamaño resarzan los daños que hacen a lazona”, explica.

Cuando un constructor daña instalaciones o infraestructura, esun caso aparte cuya reparación corresponde al concepto deresponsabilidad civil. En todos los procesos de lasmegaconstrucciones, y aún las medianas y pequeñas, destruyen lasbanquetas, mismas que deben reparar y dejarlas como nuevas, hechoque no puede considerarse parte de las medidas de integración.

El dirigente de los comerciantes detalla que el monto delimpuesto depende de la cantidad de pisos con que cuente laconstrucción, del tamaño del terreno y de la profundidad de suscimientos, y cita como ejemplo el predio donde estaba el cineLatino y donde construyeron arriba de 45 niveles. Agrega que estegravamen se paga a la Tesorería del Distrito Federal y que por elmismo concepto es un dinero que se debe ejercerse en el áreaafectada directamente.

“Pero un peso no se ha visto”, señala el restaurantero,quien puntualiza que por la construcción de su corporativo, TorreBancomer de Reforma y Lieja, no dejó de dar menos de 100 millonesde pesos, ya que han dañado mucho a la colonia, y lo mismo con laTorre Magenta, refiere que ellos dicen también, “yopagué”.

El impuesto predial recaudado en las colonias Juárez yCuauhtémoc es ya más del 6 por ciento del total en la ciudad. Sinembargo, restauranteros y locatarios del área aseguran que a pesarde la alta recaudación en nuestras colonias, hace once años queno se ha hecho ninguna obra importante.

La infraestructura, aseguran, es insuficiente por el exceso dedemanda de las nuevas construcciones y por el estado de ruina degran parte de ella: “drenajes rotos o con pendientes invertidasque ya huelen muy mal, pavimentos destrozados, red hidráulica confugas y muchas veces sin líquido”.

Jorge Pascual precisa que para la Zona Rosa, la ley dice que nose deben construir inmuebles con más de cuatro o cinco pisos.Aquí en la zona hay dos edificios nuevos. Reforma 222, y la TorreMagenta. Y Agrega que actualmente hay ocho obras por arriba de losniveles que marca la normatividad en las esquinas de Reforma yFlorencia.

“Calculamos que con todas esas obras, lo que han dado todasesas empresas anda arriba de 1000 millones de pesos”, puntualizay abunda: “con esa cantidad de recursos se haría cuatro veces elproyecto de rescate de la Zona Rosa”.

Cuando se instaló el Consejo Consultivo de la Zona Rosa, sedijo ¿hay dinero?  No hay dinero, dijeron, pero no hay dineroporque no quieren que haya dinero. Aquí todos  los edificios queestán en Reforma. Todos los nuevos  desde Reforma 222 hasta laChapultepec pagan impuestos. LOS OPACOS Y FALLIDOS FIDEICOMISOS

Desde 2004, empresarios, hoteleros, restauranteros ycomerciantes establecidos, exigieron a las autoridades del Gobiernocapitalino crear un programa de rescate de la Zona Rosa. Sesolicitó a la administración capitalina apoyo con facilidades eincentivos fiscales como el que otorgó a los empresarios en elCentro Histórico, para motivar a que nuevos inversionistasparticipen en la zona, ya que encontrarían facilidades y noreglamentos que los decepcionen.

Los empresarios propusieron crear un fideicomiso a través delcual podrán participar la iniciativa privada junto con el Gobiernodel Distrito Federal, en donde se buscará llevar a cabo unprograma de 30 acciones que permitiera la rehabilitación delárea, sin que se llegara a concretar.

De acuerdo con indagaciones sobre el tema de recuperación demitigaciones comenzó a discutirse nuevamente en el seno delllamado Consejo Consultivo para el Rescate de la Zona Rosa, desdejunio de 2013, cuando el entonces secretario de Gobierno de laciudad, Héctor Serrano, afirmó que lo importante era que ya seestaba ante la oportunidad histórica de poder retomar la zona,como lo que siempre había sido: un emblema de la Ciudad deMéxico.

Aseguró  que Miguel Ángel Mancera tenía especial interés enque el Consejo Consultivo alcanzara acuerdos para comenzar adireccionar acciones en materia de verificación, proteccióncivil, obras y desarrollo urbano. Sin embargo, nuevamente eseConsejo se desvaneció después de dos años de reuniones conresultados nulos y sin que nunca se vieran las acciones de lasSecretarías de Protección Civil, Obras o Desarrollo Urbano en elmismo.

El tiempo que duró el Consejo, su Secretaría Técnica nuncapresentó una sola minuta, pese a que se llegó a decir: “Buscanque en tres meses comiencen a reflejarse los primeros cambios encuanto a imagen y seguridad que permitan el regreso de los turistasal polígono, y tres años después, la Zona Rosa está cada díamás “triste y abandonada”, sostienen los comerciantes.

También en 2013 se entregó al entonces delegado enCuauhtémoc, Alejandro Fernández, un listado de 65 casos demitigación no cumplidos en la Colonia Juárez y cuya recuperaciónsimuló apoyar durante dos años. En esos días las únicasmitigaciones realizadas después de once años de megaproyectos enReforma, eran las banquetas y el camellón de Florencia y unapequeña obra en la Cerrada de Hamburgo. EL CONSEJO CONSULTIVO DELA ZR, OTRO ENGAÑO

Desde esos días del Consejo Consultivo de la Zona Rosadecíamos que era un impuesto que no entraba a la panza de laTesorería y que acabaría, como tantas otras cosas, por tener unfin no muy transparente, recuerdan algunos los locatarios.

En contraste, remarcan el estado de ruina que se observa porejemplo en los alrededores de la Plaza Reforma 222, con banquetasrotas, pavimentos destrozados, y en el resto del polígonoturístico, calles insalubres, guarniciones y banquetas destrozadaso jardineras llenas de basura.

Jorge Pascual aclara que el primer fideicomiso que iba existiren  2004 nunca se constituyó, pues no se dio la aportación delos recursos por parte del Gobierno y que a la fecha el únicofideicomiso que existe es el Fideicomiso del Comité Técnico deParquímetros, concesionado por 20 años a la empresa privada“Operadora de Estacionamientos Viales, S. A., de C.V.(Opevsa).

Afirma que el Corredor Chapultepec-Zona Rosa tampoco seconstituyó, ya que además de que nunca estuvieron de acuerdo,éste fue rechazado en la consulta pública que se realizó del 29de agosto al 6 de septiembre de 2015, para ver si se llevaba a caboo no el proyecto.

Para los denunciantes, la Ley de Desarrollo Urbano vigente en laCiudad de México no da certeza jurídica sobre los montos yprocedimientos para establecer la mitigación del impacto urbano deuna construcción. La Procuraduría Ambiental y del OrdenamientoTerritorial tampoco ha sido dotada de facultades para cumplir susfines.

Se quejan de la gran cantidad de leyes, códigos, reglamentos yjurisprudencias –más de 160 leyes de todos los órdenes en lamateria– que al final solo benefician a unos cuantos bufetespoderosos y cuyas tarifas están lejos del alcance de lasmayorías.

Por si fuera poco, mientras a los vecinos se les aplicó enmeses recientes un aumento repentino en el predial de hasta más de1000 por ciento, a los grandes desarrolladores se los exime hastapor ocho años de sus obligaciones. (Continúa)

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