*Pese a que no se ratificó el Acuerdo de Paz se cambiaron lasbalas por las ideas, señaló Patricia Cárdenas, embajadora deColombia en México
La decisión en el plebiscito de este domingo en Colombia fueentre la esperanza y el miedo. “Creo que finalmente ganó elmiedo”, afirmó la embajadora de Colombia en México, PatriciaCárdenas Santamaría. Sin embargo, pese a que se firmó y no seratificó el Acuerdo de Paz, “los colombianos sí logramos encuatro años cambiar las balas por las ideas, por lo menos con elgrupo mayoritario, que son las Fuerzas Armadas Revolucionarias deColombia –FARC-“, dijo.
Sí, fue muy sorprendente el resultado de la “no”ratificación del Acuerdo de Paz, firmado una semana antes enCartagena de Indias, porque las encuestas de la semana pasadadecían que se ganaba el “sí” con un 60, 70 por ciento,manifestó.
Optimista, expresó que este “no” lleva a nuevasoportunidades. Lo importante es que haya unidad nacional,entendimiento frente a lo que pueda ser un nuevo acuerdo, una nuevanegociación”.
En entrevista dijo que la mañana de ayer, el presidente, JuanManuel Santos, se reunió con todas las fuerzas políticas en laCasa de Nariño, en la capital bogotana. “Hay que esperar qué vaa manifestar la oposición y los del “no” con qué propuestavan a salir.
Por cierto, ayer mismo los cancilleres de Argentina, Brasil,Chile, México, Paraguay y Uruguay manifestaron su convicción deque el resultado del plebiscito no debiera significar un rechazo ala paz ni el regreso del conflicto y felicitaron al Gobierno deColombia y a las FARC por su compromiso con el cese del fuego quees fundamental y destacaron que la paz es un valor “que seconstruye con esfuerzo y perseverancia”.
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Subrayan la convocatoria a todas las fuerzas políticas queanunció el presidente Santos y su vocación por buscar puntos deencuentro y unidad y para “seguir construyendo entre todos loscolombianos caminos para que la paz sea posible y salgafortalecida”.
Los cancilleres firmantes Susana Malcorra, de Argentina; JoséSerra, de Brasil; Heraldo Muñoz, de Chile; Claudia Ruiz MassieuSalinas, de México; Eladio Loizaga, de Paraguay y Rodolfo NinNovoa, de Uruguay, expresaron el decidido y renovado compromiso de sus gobiernos de acompañar al pueblo colombiano en las tareasde construcción de esta paz, que redunde en mayor prosperidad yunidad para esta nación y de toda la región.
La embajadora Cárdenas sostuvo por su lado que el Acuerdo dePaz firmado pero no ratificado sí ha servido de mucho al menospara poner en Colombia otro lenguaje. “La guerrilla también yamodificó sus posiciones para que el proceso de paz se mantenga. Ypor ahora, ante esta nueva coyuntura, hacer una nueva exploraciónde caminos y buscar la manera de que este esfuerzo de tantos añosno se pierda y que nos lleve realmente a la paz”.
Manifestó que una alternativa es renegociar el Acuerdo de Paz.“Los colombianos sí queremos la paz todos, tanto los del”sí” como los del “no”. El punto está en cómo obtenerla.Nadie habla de guerra o de apoyar la guerra”, dijo ladiplomática, quien recordó que este conflicto de más de mediosiglo cobró ocho millones de víctimas y 200 mil muertos entresoldados, policías, civiles, campesinos y dejó muy lastimada a lasociedad.
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Reconoció que en este momento, “estamos un poco con elAcuerdo de Paz suspendido mientras se define qué va a pasar con ladesmovilización, con el desarme. Sin la ratificación no se puedehablar ni del ingreso de las FARC a la política ni del desarmetotalmente. Si hay algo, son acciones de buena voluntad porque eneste momento el Acuerdo de Paz no tiene validez”.
En la tranquilidad de su oficina, la avezada diplomática, conénfasis sostuvo que el país ganó con el solo hecho de llegar ala firma del Acuerdo de Paz. “Se ganó muchísimo. Diría que apesar de que se firmó y no se ratificó, sí logramos en cuatroaños cambiar las balas por las ideas.
Sostuvo que se logró un cambio de lenguaje que no hubiera sidoposible hace cuatro años. Un cambio de lenguaje en la guerrilla;un cambio de lenguaje en la oposición que hace cuatro años decíaque no se debía negociar con terroristas, que fue su posicióndurante mucho tiempo. Ahora, ya hablan de renegociar la paz.
“Se logró mucho y es un esfuerzo que hay que mantenerlo. Hayque seguir porque estamos muy cerca de la paz”.
¿Qué significa para Colombia, para América Latina y el restodel mundo, el silencio de las armas?
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-Es un paso fundamental y una lección para el mundo. Es elúltimo conflicto en el Hemisferio Occidental y ante el resto delos conflictos se demuestra que sí se puede llegar a cese delfuego. Se logró una negociación. Y está muy claro cuál fue elAcuerdo a que se llegó.
El hecho de que no se haya ratificado no significa más que eso;pero la negociación se logró. Llegará el Acuerdo de Paz y creoque es una lección para el mundo, respondió.
Refirió que a pesar del golpe tan duro para mucha gente elhecho de que el “sí” no se hubiera ganado, de todas maneras esun esfuerzo que todos reconocen.
En este sentido, apuntó la embajadora Cárdenas Santamaría queel manejo del equipo negociador fue impecable, encabezado porRoberto de la Calle, una persona que todos los colombianosrespetan, independientemente de su posición ideológica, unapersona que se ganó la confianza y el respeto de todaColombia.
Luego enfatizó: “Pienso que ese esfuerzo ha sido muy grande.Ojalá cristalice. Ya falta muy poco y lo podemos terminar”.
RECONCILIACIÓN LO MÁS DIFÍCIL
¿Sí se podrá reconstruir la paz en Colombia?
-Esperemos que sí. Hay voluntad de paz. A mí, más que la paz,me parece que es más difícil reconciliar, porque el país separalizó mucho durante este debate, mucho y con niveles deagresividad muy altos aún entre las mismas familias y amistadesque se han perdido.
Y esto no puede pasar en Colombia, un país que lo tiene todo. Ysí, debe llegar la paz porque realmente hay muchas ideas comunesen lo que queremos como país. No hablamos ni de la izquierdaextrema ni de la derecha extrema. Todos buscamos el mismo tipo depaís. Entonces no veo que sea imposible lograr llegar a eso,respondió.
Acerca de la inclusión política, la diplomática colombianaexpresó que hay un gran acuerdo nacional en el que confluyen todaslas fuerzas políticas, donde están representantes de todos losinvolucrados y también las víctimas.
“A eso hay que tender; a tratar de unirnos a través deconsensos, tratar de hacer que las diferencias no sean tan extremasy ver qué sale de esto. Ya planteado, es un gran Acuerdo Nacionalen Colombia en este momento”, dijo.
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Y frente a las FARC, comentó que hay una posición muy firmepor parte de la guerrilla hoy. “La guerrilla le hizo una apuestaa su ingreso a la política, al cambio de las armas por las ideas yse mantiene consistente en esa posición”, señaló.
Esperamos que así sea y que ese paso se haya dado sobre la basede un cese al fuego unilateral y sobre la base de que lo que privensean las ideas en una mesa de negociación. “Esperamos llegar aese acuerdo con el apoyo mayoritario de la gente pronto”,deseó.
¿Y en todo esto, qué papel juega la participación políticade las FARC?
-Muy importante. Éste es uno de los puntos más difíciles delograr consensos. Había quien decía que no debía permitírselesla participación política. Son temas de fondo que se pondrán adiscusión ahora de quién y en qué condiciones participan. Sonotros tiempos. Ahora tienen que ver (las FARC) que hay oposiciónmuy grande a la guerrilla.
¿En el caso del “no” fue un triunfo del expresidenteÁlvaro Uribe, porque era partidario de no refrendar el Acuerdo dePaz?
-No diría que triunfó Uribe, porque ya se había construidoalgo en el que se había trabajado muchísimo. Me parece que lo quetriunfó fue la paz, porque en lo que sí hay consenso es que loscolombianos quieren, que debe haber paz; el problema es que hay quebuscar cómo lograrla.
E insistió:
Para mí, la gran ganadora fue la paz, porque no se votó porquesiga la guerra. Porque lo que ya se logró fue mucho. Ya nos poneen un punto que se habla de negociación. No hay guerra.
NO HABRÁ NINGÚN RETROCESO
¿El hecho de no ratificar el Acuerdo de Paz no implicaretroceder en lo que se había pactado?
-Aseguraría que no vamos a retroceder para hacer como hacecuatro años con la guerrilla. No, eso no implica retroceder ni porellos ni por el bien del país.
Es alentador escuchar a la guerrilla que dicen que ya hemosganado mucho. Y eso es una realidad.
Hablo de que se tendrá que replantear la entrega de armas, todolo referente a la situación en el campo, la amnistía. Ya habíamás de seis proyectos que se iban a mandar al Congreso. Creo quevamos a entrar a una etapa de ajuste para ver qué es viable y quéno, dijo.
Sobre el desminado, recordó que a partir del 26 de septiembreeran 180 días para iniciar estas acciones y para elestablecimiento de 122 campamentos en todo el territoriocolombiano.
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Para esto, dijo que ya hay observadores internacionales,integrantes de la Misión de la ONU. “Este proceso ya secomenzaba a dar. Ahora, está por verse si se suspende así como laentrega de armas. También, qué va a pasar con la justicia”.
Refirió la embajadora de Colombia en México que irónicamente,las zonas más castigadas por las FARC fueron las que votaron porel “sí”. Se refirió a las víctimas, a los ocho millones ydijo que el Gobierno de Colombia les debe mucho, porque es la genteque más ha luchado, los que más muertos han puesto en todo esteconflicto y votaron masivamente por el “sí”.
Enfatizó que si hubo zonas que votaron el “sí” fue entodos esos Departamentos (estados). Y es natural, las víctimasestaban en el centro de este Acuerdo de Paz. Se hizo todo elAcuerdo pensando en las víctimas. Hay que escucharlos porquetienen una voz muy fuerte.
De México, la embajadora Cárdenas Santamaría dijo que ha sidoun país muy colaborador con Colombia a lo largo de todo esteproceso. “Lo agradecemos mucho. También el presidente, EnriquePeña Nieto, estuvo en las fechas importantes a lo largo de esteAcuerdo de Paz. Estuvo en La Habana. Reconocemos mucho el apoyo deMéxico”.
Sostuvo que ésta es una gran lección para países como Méxicoque necesitan más reconciliación.
De la decisión de este Acuerdo de Paz, dijo que fue resultadode la valentía del presidente, Juan Manuel Santos, primerocomenzar con este proceso, porque no se hubiera logrado sin suaudacia, decisión, visión y compromiso de avanzar en esteterreno.
