WASHINGTON, DC. (EFE).- El Gobierno de Donald Trump estableciónuevas directrices para reforzar el control migratorio en EU, conun agresivo plan que incluye acelerar el proceso de deportación deinmigrantes indocumentados y contratar a 15 mil nuevos agentes.
“El auge de la inmigración ilegal en la frontera sur hasobrepasado a las agencias y los recursos federales y creado unasignificativa vulnerabilidad en la seguridad nacional de EU.”,subraya el documento con los nuevos ejes de políticamigratoria.
El memorando, divulgado y firmado por el secretario de SeguridadNacional, John Kelly, supone en la práctica un cambio de 180grados respecto a las políticas del expresidente Barack Obama yabre la puerta a las deportaciones masivas en EU de inmigrantesindocumentados.
En concreto, precisa que no solo se perseguirá a losinmigrantes indocumentados con cargos criminales violentos, sinotambién a aquellos que hayan “abusado” de los beneficiospúblicos o que, “a juicio de un agente de inmigración, puedansuponer un riesgo para la seguridad pública y seguridadnacional”.
“El Departamento de Seguridad Nacional”,agrega el memorando, “ya no eximirá clases o categorías” deextranjeros indocumentados de “una potencial aplicación de laley”.
En su rueda de prensa diaria, el portavoz presidencial, SeanSpicer, dijo hoy que el objetivo “es dar más autoridad a laagencia federal para hacer cumplir leyes migratorias” y recordóque “todo el mundo que está aquí ilegalmente puede serdeportado en cualquier momento”.Obama había marcado como prioridad la deportación deinmigrantes indocumentados con antecedentes penales e historialcriminal, y dejaba de lado a los inmigrantes indocumentados conviolaciones menores de la ley, como conducir sin licencia o teneruna luz rota del coche.
El Gobierno de Trump, no obstante, reconoce la falta derecursos, por lo que ordena la contratación de 15 mil nuevosagentes encargados del control migratorio y otorga mayores poderespara que agentes estatales y locales colaboren en estaslabores.
Desde la oposición demócrata y los grupos de defensa deinmigrantes, las críticas a las nuevas directrices migratorias nose hicieron esperar.
La senadora demócrata, Catherine Cortez Masto, la primeralatina en la Cámara Alta, atacó en su cuenta de Twitter las“deportaciones masivas como moralmente reprobables yantiestadunidenses”.
En la misma línea se expresó el también senador demócrata,Dick Durbin, quien urgió a “un examen público en el Congreso deestas políticas de mano dura y antifamilias”.
“Estos memorando confirman que el Gobierno de Trump estádispuesto a incumplir el debido proceso, la decencia humana, elbienestar de nuestras comunidades (...) en búsqueda de unapolítica de deportación masiva hiperagresiva”, indicó OmarJadwat, director de inmigración de la Unión Estadunidense deLibertades Civiles (ACLU, en inglés).
Quedan, sin embargo, fuera de esta rotunda expansión de laautoridad de las fuerzas de seguridad los jóvenes indocumentados(“dreamers” o “soñadores”) que llegaron a EU como menoresde edad.
En el documento del Departamento de Seguridad Nacional seespecifica que estos jóvenes indocumentados “no” se veránafectados por las nuevas órdenes de la agencia federal, lo quesupone una marcha atrás en las promesas de Trump durante lacampaña en la que prometió derogar el Programa de AcciónDiferida (DACA), impulsado por Obama en 2012.
Este programa permitía a los jóvenes frenar su deportación,obtener un permiso de trabajo y una licencia de conducir, aunqueestablecía que, para seguir gozando de estos beneficios, losjóvenes debían renovar el permiso cada dos años.
Por último, el Gobierno de Trump subrayó tres lugaresprioritarios para comenzar la construcción del muro con México:El Paso (Texas), Tucson (Arizona) y El Centro (California).
El documento ordena “identificar y asignar de inmediato todoslos recursos disponibles para planear, diseñar, construir ymantener un muro, incluyendo la iluminación, la tecnología(incluyendo sensores)”, y “preparar las peticiones depresupuesto del Congreso para este año fiscal y para lossiguientes”.
Trump había prometido que sería México quien se hará cargode la factura del muro, pero en las últimas semanas ha reculado alafirmar que será EU quien asuma en primer lugar el costo yposteriormente será reembolsado, algo a lo que México se hanegado tajantemente.
Las últimas estimaciones sobre el costo del muro se sitúan porencima de los 21 mil 600 millones de dólares.