Por Yolanda Caballero
Rubén Aburto, padre de Mario, no pierde la esperanza de ver asu hijo fuera de prisión.
-Mi hijo es inocente, siempre lo ha sido-, dijo con seriedad yseguridad a El Sol de Tijuana.
Con voz cansada por su avanzada edad, en entrevista telefónicainsistió en que el Gobierno injustamente le ha robado sulibertad.
-Ya tienen cuarenta y tres años y se los quitaron-, comentócon molestia al no tenerlo cerca.
En la casa de la familia Aburto el dolor se ha hecho agonía conel paso de los años, porque los estragos comienzan a carcomer aMario mientras está en prisión.
-Lo tuvieron que operar de los ojos porque de las torturas y losgolpes de aquel tiempo ya me lo estaban dejando ciego-, sostuvoRubén.
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Mario, hoy de 43 años, fue sometido a una operación de lavista; su familia tuvo que ahorrar dinero y enviarlo a prisión conla esperanza de que no la perdiera y una vez fuera de la celdapudiera ver a su familia.
-Lo acaban de operar, pero no quedó muy bien-, indicó.
Los problemas en la vista no son los únicos que enfrenta Mario;dolores en diferentes partes de cuerpo son constantes y su padreteme que quede inválido tras los golpes que recibió cuando fuesometido a los actos de tortura.
-Mario me comentó que ya no puede caminar, se le dificulta.¡Todo por los golpes que le dieron en la espalda!
Ahora la esperanza prevalece en su familia y ansían se logreconcretar una operación en la espina dorsal para que nuevamentecamine con normalidad y sin dolor.
-Desde hace dos años el juez federal dijo que le habíarebajado años porque se porta bien, pero no vemos nada claro-,señaló.
La última llamada de Mario a sus padres fue hace una semana. Lamadre y el padre de Aburto guardan viva la esperanza de que algúndía, no muy lejano, salga en libertad.
El asesino confeso de Luis Donaldo Colosio ha pasado 200 milhoras en prisión, los estragos han surtido efecto y aunque ahoraafirma que es inocente, impaciente espera su libertad.
Más información: Asesino de Colosio podría quedarlibre
En Lomas Taurinas retumbaba la canción La Culebra, de la BandaMachos. El candidato Luis Donaldo Colosio entusiasmado era aclamadopor ciudadanos que veían en él un cambio de rumbo en el país,pero aquella tarde del 23 de marzo de 1994, después de dos balazosque estremecieron a México, el sueño de calmar el hambre y sed dejusticia se esfumó.
Han trascurrido 23 años después de la tragedia, pero en LomasTaurinas, Colosio Murrieta “sigue vivo”. Othón Cortez
Los que acudieron a conocerlo recuerdan la sencillez y humildadde Colosio al escuchar y atender las demandas e inquietudes de losresidentes en la frontera: justicia, recordó Othón Cortez, hombrede 55 años acusado como “el otro asesino”, pero puesto enlibertad tras comprobarse su inocencia.
-Era un día de fiesta yo lo encaminé cuando llegó a LomasTaurinas, él estaba-, dijo Cortez.
Algunas mujeres desesperadas le entregaban peticiones escritas;otras se llenaban de alegría con gritarle “¡papacito!”.
Después de ofrecer un discurso de más de 800 palabras, bajódel templete de madera y caminó poco más de diez metros;después, Aburto Martínez extendió su brazo y le disparó.
-Dos balazos sonaron, cuando yo volteo lo vi tirado en el piso,rápido lo auxiliamos-, dijo con el rostro entristecido.
En recuerdo de aquel momento no se olvida; según Othón, lagente que traía gorras y camisetas plasmadas con el nombre delcandidato comenzó a gritar y correr en las empolvadas calles de lacolonia fronteriza.
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-Lo subieron a un carro, después a otro carro, nadie estabapreparado-, señaló.
Para Othón, la teoría del asesino solitario fue cierta; eljoven de 23 años en aquel entonces marcó historia en México.
-¿Quién fue? Nosotros supimos después que fue Mario Aburto-,expresó.
Othón, un hombre con el rostro gastado por las secuelasdespués de estar preso injustamente en Almoloya de Juárez poraños, señala que en Tijuana el recuerdo de Colosio se quedó enLomas Taurinas.