Por Julio García Castillo
Con seguridad el viajar aYucatán nos esperan escenarios y bellezas naturalesinigualables: selva, cenotes, flamencos y playas hermosas; peroexisten otras bondades que la madre tierra dejó guardadas y quesiempre han estado ahí, pero poco a poco vamos descubriendo. Tales el caso de "El Corchito", una reserva natural en medio de unislote al que solo accedes si cruzas una laguna salada paraencontrarte con unos manantiales dulces.
A pesar de que muchas personas locales lo conocen, lo único quete pueden indicar es que en este lugar podrás nadar en unas pozas,ellos están tan acostumbrados a la naturaleza de Yucatán que note imaginas la joya natural que estas a punto de conocer, así quelo recomendable es que prepares con tu traje de baño para darte unbuen chapuzón
Sobre la carretera que corre junto a la Ciénega de Chicxulub,hogar de flamencos, garzas, halcones y otras aves que viven en estaárea natural, llegarás al embarcadero de El Corchito.
Posteriormente abordarás una panga o lancha que te llevará aun muro vegetal de manglares, tan solo atravesarás unos 500 metrosde agua lagunar ya que el santuario está enseguida, poco a poco lavegetación te la la bienvenida al estero y a su tierra firme.
Al bajar de la embarcación un hermoso río rojo o colorterracota te está esperando, parece un increíble río hecho deagua de jamaica; si quieres verlo así de ese color, a partir deseptiembre es la mejor época para visitarlo. Su color es graciasal manglar rojo que libera su tinta para desembocar en el río deagua dulce y este se forma de los distintos nacimientos de agua quebuscan su salida hacia la laguna.
Son cientos de manglares que custodian este río color sangre ycorteza es seca que parecen estar petrificados del tronco, pero sufollaje es verde y abundante.
Caminando por la reserva enseguida te encontrarás conlos cenotes,son tres los principales y estos -como todos los de la península-,se alimentan de los ríos subterráneos; pero estos son especialesya que están al nivel del mar y cuentan con ojos de agua limpia ycristalina. ¡Tienes que verlos!
El contraste es muy interesante, por un lado el río rojo y porotro, los cuerpos de agua de color aguamarina, estos son idealespara llevar a la familia a nadar y pasar un día más queacuático.
Entre los arboles podrás ver y fotografiar a una manada detraviesos coatíes, rumiantes que se han acostumbrado al turismo ya su comida. Se ven divertidos, pero ¡ten cuidado! que te puedenarrebatar tu lunch, lo mismo sucede con algunas ardillas.
Regresando a la caminata, los dos primeros cenotes estándivididos por el río rojo, el primero llamado “Helechos”, esideal para los niños pequeños debido a su poca profundidad, juntoa este nacimiento de agua, si tienes suerte podrás ver refrescarsea alguna tortuga de río buscando su alimento.
Aquí te podrás instalar, hay algunas palapas, mesas y bancaspara que cuelgues una hamaca y te tumbes a pasar la tarde bajo lasombra de algún árbol. También hay sanitarios, tiendas paracomprar botanas y bebidas no alcohólicas, No pueden faltar lospuestos de Souvenirs, playeras y artesanías; por cierto, los finesde semana puedes comprar algo de comida tradicional yucateca.
Cruzando el puente de madera por encima del río, llegarás alsegundo parador y cuerpo de agua llamado “Venados” ahíencontrarás una cristalina alberca natural en donde no hay personaque no se divierta nadando en ella.
De ese lado podrás observar otro tipo de árboles: saramullo,guanábana y la anona silvestre también llamada “El Corchito”,un árbol cuya madera es ligera y de buena flotabilidad, susraíces servían en otras épocas para elaborar tapones parabarriles y corchos de botellas. Ahora ya sabes el porqué delnombre del lugar.
El fruto de este árbol es una especie de aguacate que en sumadurez se torna amarillo, naranja o rojo y se acostumbra a tomarcon leche o se hacen paletas de hielo deliciosas.
Si sigues el río caminarás en un sendero custodiado por losmangles rojos hasta llegar al cenote principal y más grande denombre “Pájaros” ahí es el lugar principal donde se reúnenlas familias para descansar bajo el sol o sombre y el lugar seencuentra rodeado de mesas y palapas para hacer un picnic.
Este cenote al ras de la tierra es de color verde esmeralda y esel hogar de pequeños peces que curiosos esperan que un almacaritativa venga a darles un poco de migajas de pan o galletas.Aquí te debes preparar a nadar, es muy divertido.
Debes saber que la profundidad del cenote es de 1.50m y conformeavanzas llega hasta los 2 metros, así que lo recomendable es quepermanezcas en donde puedas pisar. Como todo es natural, que no tesorprenda que el suelo sea un poco fangoso debido a que el suelo seconforma de raíces y hojas que soltaron los árboles. Ahora que silo tuyo son los flotadores o chalecos salvavidas, entonces podrásrenta o adquirir alguno.
Si eres de las personas que les gusta nadar, entonces este lugarte va a encantar por su naturaleza, podrás hacer algunascompetencias de natación o lanzarte algunos clavados en la parteprofunda, ¡Puedes estar por horas refrescándote en este cenotebajo el pleno rayo del sol!
Es curioso ver cómo el agua que busca salida de este cenotehace un cuello de botella que desemboca en el río para despuésteñirse de rojo; no pierdas detalle de ese caminito. Lacombinación de agua dulce y salobre del mangle, le da un sabor alagua como a si probaras menta.
El Corchito lugar cierra sus puertas de árbol más o menostemprano, así que lo recomendable es que aproveches al máximo elpaseo y sigas descubriendo que ¡Yucatán es una tierra demaravillas!
Algunas recomendaciones:
Puedes llevar alimentos y tu hamaca. Mascotas y bebidasalcohólicas no están permitidas.
Cerca de Corchito sobre la vía de Chicxulub llegarás a la zonaarqueológica de Xcambó
También puedes acudir a la playa en Puerto Progreso
Sobre la carretera, detente a ver la anidación del flamencorosado
Cómo llegar:
El Corchito se encuentra a 36 kilómetros de Mérida, a 200metros de la entrada a Puerto Progreso sobre la carretera aChicxulub. Operado por MayanHeritage
Si deseas mas recomendaciones deviaje por México, consulta la revista turística ElSouvenir y ¡Nunca dejes de viajar!
