El Gobierno de México cuenta con 24 horas para integrar a un ciudadano mexicano a algún programa social que lo beneficie para sobrellevar sus carencias financieras durante la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19.
Una jueza federal de la Ciudad de México concedió una suspensión de plano a una persona para ser beneficiaria con el argumento de que su integridad debe ser salvaguardada. Dicha medida debe ser cumplida por la Secretaría del Bienestar.
“Es obligación del Estado salvaguardar el derecho a la alimentación y a la salud; además, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos se establece que toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado y en especial a la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios”, señala el resolutivo.
Ayer, payasos y artistas urbanos vestidos como Superman, Capitán América y Spiderman salieron a las calles de la Ciudad de México para protestar y pedir apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador ante la crisis económica causada por la pandemia de Covid-19.
Los artistas disfrazados de sus respectivos personajes se dieron cita en el Monumento a la Revolución para dar inicio con su marcha, en la que cada uno usó un cubrebocas y tomó su "sana distancia".
Los personajes pidieron al gobierno federal y capitalino que les ayude económicamente, debido a que desde hace más de un mes, no salen a las calles a trabajar debido a la cuarentena y las restricciones por el coronavirus.
Por su parte, Berenice Alanís Vargas, representante de la Organización de Artistas Urbanos, Botargueros, Músicos y caracterizadores, quien iba al frente del grupo, dijo que su único objetivo era pedir recursos económico pues han sido un sector "olvidado" por el gobierno.
"Queremos pedirle al gobierno que baje los recursos a este sector que han sido olvidados y recriminados injustamente por el Gobierno federal y de la Ciudad de México".
Sexoservidoras sobreviven a la pandemia
Otro grupo sumamente afectado por la falta de apoyos son las sexoservidoras.
El 31 de marzo se decretó Emergencia Sanitaria por fuerza mayor en la Ciudad de México, por lo que ya era obligación el cierre de todas las actividades no esenciales para reducir los contagios.
La zona de Puente Alvarado, misma que lleva directo a Paseo de Reforma, ya no es igual ante la contingencia sanitaria.
Los negocios alrededor de esta avenida están cerrados, transitan pocos carros y las meretrices rondan en las esquinas a la espera de clientes, sobre todo aquellas que aún tienen la esperanza de llevar comida al hogar o pagar su renta.
Estrella tiene 33 años y lleva cinco en el sexoservicio. Ella habitaba en un hotel y hoy no tiene ni un espacio para bañarse. Por ahora su mayor preocupación no es el Covid-19, porque no cree en la enfermedad, sino lo que comerá al menos de aquí al 30 de mayo, fecha hasta la que permanecerá el confinamiento en México.
||Con información de Ana Fernanda Ávila y Cecilia Nava||
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