Poder tener a su bebé llevó a Jocelyn y a Gerardo, su esposo, a promover un amparo para que el Hospital Ángeles de Chihuahua atendiera su parto, esto luego de que en un inicio se les negara la prestación de este servicio médico.
Y es que el matrimonio había sido enviado a dicho nosocomio por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), como parte del convenio firmado por el Gobierno de México con hospitales privados ante la emergencia sanitaria por el Covid-19 sin embargo, la situación se complicó por errores administrativos y tuvo que intervenir un juez para ordenar la atención del parto.
Según registros judiciales, la directiva del hospital privado informó a la pareja que su pase médico había sido cancelado, pues el delegado del IMSS en el estado, señaló que el convenio para subrogar la atención de segundo nivel era innecesaria ya que había camas disponibles en hospitales públicos.
Ante esto, el matrimonio a través de un abogado promovió una demanda de amparo en contra del IMSS, el hospital y otras autoridades de Salud pública por incumplimiento del convenio.
El titular del Juzgado Segundo de Distrito en el Estado de Chihuahua concedió una suspensión y actuó con agilidad para notificar al Hospital Ángeles sobre la orden de atender el parto de forma inmediata. Jocelyn dio a luz sin complicaciones.
“No se contraviene el interés social pues la sociedad tiene interés en que los hospitales públicos se concentren en el combate del virus Covid-19, dejando a cargo de los hospitales privados la atención de otro tipo de casos tales como partos.
“Estimar lo contrario conduciría a obligar a que los hospitales dependientes de instituciones de salud pública se concentren en la atención de enfermedades diversas a la pandemia que vivimos hoy en día, extremo que, desde luego, sería perjudicial para la sociedad”, señala el resolutivo.
El Gobierno de México, junto con la Asociación Nacional de Hospitales Privados y el Consorcio Mexicano de Hospitales firmaron un convenio a celebrar del 23 de abril al 23 de mayo para que los hospitales privados brinden la mitad de sus camas para tratar padecimientos de segundo nivel como atención de parto, hernias complicadas, úlceras gástricas, entre otros.