- El norte de Veracruz es la región más afectada de laentidad
José de Jesús Jiménez Gaona moría a diario al pensar dóndeestaba Jenny, su hija, a quien parecía se la hubiera tragado latierra. La última vez que la vieron fue comiendo tacos con unosamigos en Poza Rica, Veracruz. Era mayo de 2011.
Al no dar con su paradero, y después de vivir en carne propiala lentitud con la que trabajaba la Fiscalía, José decidió armarun colectivo de búsqueda con padres y madres de otrosdesaparecidos de Poza Rica y Tuxpan.
Sin embargo, el miércoles 22 de junio del 2016 fue asesinadopor un desconocido cuando él y su esposa se dirigían a Boca delRío.
Los últimos 12 años de Veracruz han transcurrido entre lacorrupción gubernamental, la violencia a grados nunca antes vistosy la descomposición social. Al norte del Estado, en municipioscomo Papantla y Poza Rica, los cárteles de la droga han construidouna estructura paralela de poder capaz de poner alcaldes ylegisladores, influir en los relevos gubernamentales y cooptarinstituciones policiacas.
En las calles de Papantla, “la ciudad que perfuma al mundo”por la referencia a su producción vainillera, se vive con miedodesde hace varios años ante el recrudecimiento de la violencia,que tan solo el año pasado dejó 56 muertos.
Se disparan muertes
Cuatro taxistas asesinados en Pánuco y dos en Papantla, ochopersonas masacradas en Coxquihui, cuatro calcinados en Tihuatlán ydos cuerpos putrefactos hallados a orillas de una autopista marcanel inicio de la primavera que inunda con sus flores los cementeriosdel norte veracruzano, donde a diario son enterradas las víctimasde la ola de violencia.
El año pasado Veracruz registró la cifra más alta dehomicidios dolosos desde 1997 con mil 258 crímenes –es decir,entre tres y cuatro diarios– revelan datos del SecretariadoEjecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Y enlo que va de este año la violencia se torna más cruenta sobretodo en la franja comprendida de Tecolutla, Gutiérrez Zamora,Papantla, Poza Rica y Tihuatlán.
Para dar un ejemplo de lo que sucede, el 17 de marzo un elementode la Policía Federal, División Caminos, fue ejecutado frente asu familia por un grupo de sujetos armados en el camino deterracería que conduce a la comunidad El Águila, municipio deTihuatlán. Su cuerpo quedó inerte al lado de su auto tras recibirtres impactos de arma de fuego.
Otro caso es el del taxista Julio César Segura, asesinado lamadrugada del 5 de marzo a balazos en la colonia Teresa Peñafiel,en el municipio de Papantla. Las autoridades locales encontraron launidad 1176 y en su interior al conductor, quien presentaba dosimpactos de bala en la cabeza.
