Ciudad de México.- El Cardenal Norberto Rivera Carrera llamó alos católicos a no ser cómplices del mal que amenaza a nuestrasociedad, a no meter la cabeza en la arena diciendo que no leimporta lo que está sucediendo en la familia, en la escuela, o enla comunidad local o nacional, por lo que hay que denunciar todo loque corrompe a este mundo.
Pero siempre, por caminos pacíficos y con respeto a los sereshumanos, porque no se puede caer en la tentación de pensar que, entales circunstancias, el fin justifica los medios; porque “laviolencia no es el camino para curar la sociedad”, afirmó en suhomilía dominical durante la misa celebrada en la Catedralmetropolitana.
Al referirse al capítulo sexto de San Mateo sobre el “cantoininterrumpido de amor y de perdón…que ahora se sitúa en una delas fronteras más difíciles de pasar: amar a los enemigos”, ymás cuando enfrentamos una grave situación, que es cuando “Elcristiano no puede hacerse sordo ni ciego, y mucho menos aceptar,la injusticia, la hipocresía, la mentira, la farsa, la violacióndel proyecto de vida y de dignidad que Dios quiere para todos losseres humanos”.
Rivera Carrera insistió: “…el cristiano no puede sercómplice del mal que amenaza nuestra sociedad, no puede meter lacabeza en la arena diciendo que no le importa lo que estásucediendo en la familia, en la escuela, o en la comunidad local onacional. El cristiano debe enjuiciar evangélicamente losacontecimientos y denunciar proféticamente todo lo que corrompe anuestro mundo”. Pero, advirtió que todo estolo debe cumplir por caminos pacíficos y respetando profundamente alos seres humanos, porque: “El seguidor de Cristo no puede caeren la tentación de pensar que, en tales circunstancias, el finjustifica los medios; que para arreglar la sociedad puede hacercomo otros grupos que siguen la ideología de laviolencia”. No, esto, no, aunque sea insultado y difamadopor denunciar el mal, defender la vida o proclamar la verdad, comoa menudo sucede. La violencia no es el camino para curar lasociedad; porque “no se puede seguir a Jesús si se aplica la leydel talión: ojo por ojo... No se puede seguir a Jesús si seguarda rencor, resentimiento, odio y deseo de venganza. Todo estodenigra la dignidad humana”.
Sin embargo, agregó Norberto, “para el cristiano no bastadenunciar y evitar la violencia. La novedad liberadora del perdóndebe sustituir a la insistencia inquietante de la venganza. Pedir yofrecer perdón es una vía profundamente digna del hombre y, aveces, la única para salir de situaciones marcadas por odiosantiguos y violentos".
El mayor bien que podemos hacer a los quedesprecian el proyecto de Dios y combaten la dignidad humana esanunciarles la Buena Nueva.
— Norberto Rivera (@arzobisprimado) 19de febrero de 2017
Sin embargo, agregó Norberto, “para el cristiano no bastadenunciar y evitar la violencia. La novedad liberadora del perdóndebe sustituir a la insistencia inquietante de la venganza. Pedir yofrecer perdón es una vía profundamente digna del hombre y, aveces, la única para salir de situaciones marcadas por odiosantiguos y violentos".
Y, sin embargo, con qué facilidad nosotros y todos los hombressomos presas de estos sentimientos. ¡Cómo nos cuesta perdonar!No, ya cuando alguien haya cometido contra nosotros ultrajes ydaños irreparables, sino cuando simplemente han sido descuidos,faltas de atención. Sí, el egoísmo en el hombre es una pasióngrande que brinca por todas partes. Es verdadque no se puede permanecer prisioneros del pasado: es necesaria,para cada uno y para los pueblos, una especie de purificación dela memoria, a fin de que los males del pasado no vuelvan aproducirse más. No se trata de olvidar todo lo que ha sucedido,sino de releerlo con sentimientos nuevos, aprendiendo, precisamentede las experiencias sufridas, que sólo el amor construye, mientrasel odio produce destrucción y ruina”. De aquí, dijo elprelado, nace la máxima de gran alcance: “tratar a los demáscomo quisiera que a mí me trataran”.