Aunque intentó que el eje de su gobierno no fuera la seguridad, Enrique Peña observó durante su administración cómo se alcanzaron niveles históricos de violencia durante la segunda mitad de su mandato. El presidente López Obrador deberá dar marcha atrás a tendencias al alza en algunos de los delitos que más lastiman a la sociedad, el robo y el homicidio, y que lucen sin freno.