/ viernes 29 de mayo de 2020

Pie de Nota | El divorcio que no puede ser

Como matrimonio infeliz, los estados acusan a la Federación de tacañería y necedad en tanto que ésta les reclama ser berrinchudos y gastalones

Las relaciones disfuncionales batallan con esta cuarentena. La cercanía del encierro potencia los desacuerdos viejos, en tanto que las crisis que le acompaña abren heridas nuevas. Así pasa con los enfrentamientos recientes entre los estados de la República y el gobierno del presidente López Obrador.

Como matrimonio infeliz, los estados acusan a la Federación de tacañería y necedad en tanto que ésta les reclama ser berrinchudos y gastalones. Sería jocosa la metáfora si en este pleito sabanero no estuviéramos en medio sus 128 millones de hijos.

Las tensiones comenzaron temprano en la pandemia con los reclamos de algunos estados sobre el manejo de la crisis. Los casos más claros de esta desavenencia fueron las críticas de los gobernadores de Jalisco y Baja California, quienes, rayando en la virulencia, acusaron de completa ineficacia al gobierno federal para combatir al Covid-19 e incluso de maquillar las cifras de contagios.

Foto: Cuartoscuro

La discusión con el tiempo ha migrado a un tema fundamentalmente presupuestal.

Los estados quieren más dinero ante las presiones de gasto público para el financiamiento de políticas para combate al desempleo por el Covid-19.

En esa línea de reclamo se han colocado Puebla, Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, Michoacán, Yucatán, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Querétaro, Quintana Roo, Aguascalientes y Baja California Sur.

Foto: Cuartoscuro

Pero aquí es cuando se topan con pared, porque se lo piden a uno de los presidentes más centralistas de la historia reciente y que promueve la austeridad hasta que duela.

Hoy los gobiernos estatales están pagando sexenios enteros de regodearse en albercas de dinero federal sin haber adquirido mayores responsabilidades a cambio.

Durante el panismo de Vicente Fox y Felipe Calderón las entidades se desentendieron de su responsabilidad para con sus finanzas y dejaron que desde la Federación se compraran sus voluntades. Sólo del 2000 al 2006 el gasto federalizado vía aportaciones, participaciones y convenios se duplicó, en tanto que del 2007 al 2012 creció otro 68%.

Foto: Cuartoscuro

En su momento se entendió que estas carretadas de dinero en el fondo eran para apaciguar a los que en ese momento eran mayoritariamente gobernadores priistas y que amenazaban con boicotear al nuevo panismo instalado en Los Pinos, pero esta tradición ha traído consecuencias graves: en promedio apenas el 20% de los ingresos totales de los estados no tienen una fuente federal.

En general los estados han delegado a la Federación la responsabilidad en el cobro de impuestos. El ejemplo que llega más rápido a la mente es el fracaso de la Tenencia, el cual la mayoría de estados decidieron dejarlo de cobrar como se debe.

De paso durante dos décadas las entidades no han acabado de establecer mecanismos de transparencia y auditoría del gasto a la altura de las carretadas de dinero que se les da.

A la fecha hay estados en los que los gobernadores aún designan a sus auditores y también aún se publican presupuestos de egresos sin desagregar y en PDF de copias, maldita sea.

Foto: Cuartoscuro

Esta falta de iniciativa puede extenderse a las áreas de la economía, la seguridad pública y la normatividad. ¿Dónde quedó la figura del gobierno estatal como promotor del desarrollo económico y garante de la seguridad?, ¿por qué las buenas noticias sobre legislaciones en estados son casi siempre ecos de los que se propone desde la Federación o la Ciudad de México?

Es cierto que estas responsabilidades en los estados son un tema de atribuciones y recursos, pero también les ha faltado imaginación y entrega de resultados dentro de sus esferas de acción.

Estamos entonces en el encontronazo entre el niño malcriado y el padre intransigente. A ver cómo nos va.

Puedes leer más del autor aquí ⬇

Las relaciones disfuncionales batallan con esta cuarentena. La cercanía del encierro potencia los desacuerdos viejos, en tanto que las crisis que le acompaña abren heridas nuevas. Así pasa con los enfrentamientos recientes entre los estados de la República y el gobierno del presidente López Obrador.

Como matrimonio infeliz, los estados acusan a la Federación de tacañería y necedad en tanto que ésta les reclama ser berrinchudos y gastalones. Sería jocosa la metáfora si en este pleito sabanero no estuviéramos en medio sus 128 millones de hijos.

Las tensiones comenzaron temprano en la pandemia con los reclamos de algunos estados sobre el manejo de la crisis. Los casos más claros de esta desavenencia fueron las críticas de los gobernadores de Jalisco y Baja California, quienes, rayando en la virulencia, acusaron de completa ineficacia al gobierno federal para combatir al Covid-19 e incluso de maquillar las cifras de contagios.

Foto: Cuartoscuro

La discusión con el tiempo ha migrado a un tema fundamentalmente presupuestal.

Los estados quieren más dinero ante las presiones de gasto público para el financiamiento de políticas para combate al desempleo por el Covid-19.

En esa línea de reclamo se han colocado Puebla, Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, Michoacán, Yucatán, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Querétaro, Quintana Roo, Aguascalientes y Baja California Sur.

Foto: Cuartoscuro

Pero aquí es cuando se topan con pared, porque se lo piden a uno de los presidentes más centralistas de la historia reciente y que promueve la austeridad hasta que duela.

Hoy los gobiernos estatales están pagando sexenios enteros de regodearse en albercas de dinero federal sin haber adquirido mayores responsabilidades a cambio.

Durante el panismo de Vicente Fox y Felipe Calderón las entidades se desentendieron de su responsabilidad para con sus finanzas y dejaron que desde la Federación se compraran sus voluntades. Sólo del 2000 al 2006 el gasto federalizado vía aportaciones, participaciones y convenios se duplicó, en tanto que del 2007 al 2012 creció otro 68%.

Foto: Cuartoscuro

En su momento se entendió que estas carretadas de dinero en el fondo eran para apaciguar a los que en ese momento eran mayoritariamente gobernadores priistas y que amenazaban con boicotear al nuevo panismo instalado en Los Pinos, pero esta tradición ha traído consecuencias graves: en promedio apenas el 20% de los ingresos totales de los estados no tienen una fuente federal.

En general los estados han delegado a la Federación la responsabilidad en el cobro de impuestos. El ejemplo que llega más rápido a la mente es el fracaso de la Tenencia, el cual la mayoría de estados decidieron dejarlo de cobrar como se debe.

De paso durante dos décadas las entidades no han acabado de establecer mecanismos de transparencia y auditoría del gasto a la altura de las carretadas de dinero que se les da.

A la fecha hay estados en los que los gobernadores aún designan a sus auditores y también aún se publican presupuestos de egresos sin desagregar y en PDF de copias, maldita sea.

Foto: Cuartoscuro

Esta falta de iniciativa puede extenderse a las áreas de la economía, la seguridad pública y la normatividad. ¿Dónde quedó la figura del gobierno estatal como promotor del desarrollo económico y garante de la seguridad?, ¿por qué las buenas noticias sobre legislaciones en estados son casi siempre ecos de los que se propone desde la Federación o la Ciudad de México?

Es cierto que estas responsabilidades en los estados son un tema de atribuciones y recursos, pero también les ha faltado imaginación y entrega de resultados dentro de sus esferas de acción.

Estamos entonces en el encontronazo entre el niño malcriado y el padre intransigente. A ver cómo nos va.

Puedes leer más del autor aquí ⬇

México

Incendios forestales sofocan México: los detalles de los siniestros activos

Hasta este 28 de marzo, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) reportó 120 incendios forestales activos

Política

INE multa al PAN por intento de soborno a sus funcionarios de Veracruz

Ante la multa del INE, el PAN deberá pagar una multa de 325 mil 710 pesos

Política

Llaman al Senado a aprobar ley contra terapias de conversión

La diputada trans, María Clemente García, llamó al Senado a aprobar la reforma que castigaría con penas de dos a seis años de cárcel a quien aplique terapias de conversión y multas de hasta 109 mil pesos

Política

Milei considera visitar el Senado mexicano por invitación de Lilly Téllez

La senadora del PAN invitó a Milei para conocer sus ideas políticas en contexto nacional e internacional

Sociedad

Fallece el diputado federal Juan Pablo Montes de Oca en accidente de avioneta

Actualmente coordinaba la campaña de Eduardo Ramírez por la gubernatura de Chiapas

Elecciones 2024

Eligen a Adriana Pérez Cañedo y Alejandro Cacho para moderar segundo debate presidencial

La consejera Carla Humphrey, presidenta de la Comisión Temporal de Debates, destacó la trayectoria de ambos periodistas