El 27 de septiembre de 2015 murió Federico Gertz Manero, hermano del actual fiscal general de la República, en la cama de un hospital de la Ciudad de México. El primer reporte médico señaló que la causa de la muerte había sido una “congestión visceral generalizada” derivada de una neumonía y un choque séptico.
Sin embargo, desde el primer momento Alejandro Gertz Manero, entonces director de la Universidad de las Américas, denunció que la muerte de su hermano había sido producto de un homicidio por “omisión de cuidados” cometido por la esposa de su hermano, Laura Morán Servín, y su hija Alejandra Cuevas Morán.
En su momento autoridades de justicia de la capital desestimaron el caso al considerar que no había elementos suficientes para darle la razón al fiscal, pero todo cambió cinco años después, cuando autoridades capitalinas accedieron a reabrir el caso y ordenar la detención de Alejandra en el penal de Santa Martha Acatitla, donde permanece desde hace más de un año.
La cronología de los hechos indica que todo inició el 4 de agosto de 2015, cuando Laura Morán, quien actualmente tiene 95 años, notificó a Gertz que su hermano estaba enfermo. Este, al saber de la noticia, fue a verlo y le proporcionó las facilidades necesarias para que fuera atendido por diversos médicos.
Fue luego de ese momento que Gertz, a través de su abogado Javier Coello Trejo, presentó la demanda contra su familia política debido a que supuestamente vio a su hermano en un estado de “abandono y sin atención”, por lo que también solicitó que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores inmovilizaran las cuentas de su hermano.
En paralelo Laura Morán declaró que Federico tenía ya diversos problemas médicos que incluso lo llevaron a tener crisis emocionales y la necesidad de contar con un cuidador externo; mientras que su hija, Alejandra, declaró que no era la encargada de cuidar a la pareja de su madre. Las autoridades les dieron la razón.
Pese a lo anterior, Gertz Manero continuó presentando diversos recursos legales que tenían la finalidad de evitar que el caso se cerrara. Fue así que, hasta septiembre de 2020, ya como fiscal general, Alejandro pudo hacer que una jueza de la Ciudad de México ordenara detener a Alejandra y librar una orden de aprehensión contra Laura.
El caso tuvo tanta estridencia que el asunto llegó hasta el ministro Arturo Zaldívar, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien propuso al Pleno atraer el caso para “evitar daño en la Fiscalía General de la República”.
El caso revivió nuevamente ayer por la noche cuando se filtró una llamada entre el fiscal y uno de sus colaboradores más cercanos, en la que se evidencia un presunto intento de acuerdo por parte de Gertz con el ministro Alberto Pérez Dayán, para que realizara un proyecto a favor de dejar a Alejandra en la cárcel, pero que de último momento “se volteó por completo”.
Si bien hasta el momento ni la Fiscalía ni la Corte han dado una declaración formal al respecto, se habla de una presunta investigación que se abrirá por la filtración de estos audios, mientras que los hijos de Cuevas realizarán una conferencia para informar sobre la estrategia que seguirán en su intento por recuperar la libertad de su madre.
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