El Presidente de México enviará una reforma constitucional para limitar a 46 por ciento la generación de energía eléctrica de los privados, mientras la Comisión Federal de Electricidad (CFE) produce el resto de energía necesaria para el suministro nacional.
En reunión plenaria del Partido del Trabajo (PT), a la que tuvo acceso El Sol de México, el director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, detalló que con esta reforma se mantiene el control de la transmisión y la distribución, así como evita la desaparición de la paraestatal mexicana, que estaba perdiendo terreno en este sector de la Industria eléctrica.
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Bartlett Díaz describió a los petistas que cuando recibió la empresa productiva del Estado, la CFE sólo generaba 54 por ciento de la energía, y el resto, las plantas generadoras privadas, por lo que pretenden frenar su avance y asegurar que el suministro público esté a cargo del Estado mexicano.
Abundó que "un diagnóstico técnico de la dinámica" apuntó que para 2024, al final del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, "estaríamos, la CFE, generando el 10 por ciento de energía, o sea ya, la generación de energía en manos de los privados".
¿Qué es lo que está reforma va a traer?, cuestionó abiertamente el director de la CFE durante su discurso.
"Uno, la transmisión y distribución se conservaron para el Estado, pero el otro elemento fundamental es que la CFE deberá mantener siempre, al menos, el 54 por ciento de la generación de electricidad. Y se permitirá un sector privado de 46 por ciento, pero teniendo ya un control sobre el sistema eléctrico para poder ejercer la función del Estado: de garantizar en el país la generación de energía eléctrica y no estar en manos de los intereses de los que ya sabemos cómo operan", siguió.
El presidente Andrés Manuel adelantó, desde su mañanera, que enviaría al Congreso una reforma para fortalecer a la CFE, pues había prometido que haría cambios a la reforma energética de 2013 hasta la mitad de su administración.
Desde febrero pasado, envió una iniciativa preferente, como la que prevé enviar en el siguiente período ordinario de sesiones del Congreso federal, que modificó el despacho de la energía eléctrica para favorecer a las plantas de la CFE, relegando hasta el final la energía generada por plantas eólicas, solares y de ciclo combinado privadas.
Desde su publicación, en marzo, comenzó la batalla judicial en contra de dicha política y más de 300 amparos fueron presentados por las empresas ante el Poder Judicial para revertir los cambios a la Ley de la Industria Eléctrica, al acusar que contaminada más, dañaba la competencia y afectaría la economía de los hogares mexicanos por un costo más elevado.
Legisladores y empresarios estadounidenses también advirtieron que las recientes políticas energéticas en México frenaban la inversión privada extranjera, así como que contraviene el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), en los acuerdos respectivos a la participación de empresas estatales en los mercados energéticos.
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"Una vez que se puso en operación, todas las empresas estás, con sus abogados extranjeros, han metido más de 300 amparos. Bueno, estamos peleando en ese nivel de los amparos, pero a final de cuentas lo que se necesita es una reforma constitucional", enfatizó Manuel Bartlett.
Dijo que en este proceso intervendrán los diputados y senadores de la Cuarta Transformación y que serán quienes tendrán que identificarse con la reforma para defenderla, pues no cuentan con la mayoría calificada necesaria para poder aprobar una reforma constitucional sin aliados.
"Pero los van a conseguir. Yo estoy seguro que el Presidente, que es un mago político, tendrá los votos para tener la votación calificada", aseguró.
Destacó que es una reforma esencial y estratégica para el presidente López Obrador, por lo que trabajarán juntos en los procesos legislativos.
"Para nosotros será muy importante que las iniciativas las conozcan con tiempo, que podamos discutirlas, para que haya una clara identificación entre ustedes y la iniciativa que mande el Presidente de la República", comentó.
El director de la CFE reveló que "ya estamos haciendo el texto" y que se presentará como una iniciativa preferente al iniciar el siguiente periodo ordinario, en septiembre, con la 65 Legislatura.
"Se necesita dominar los aspectos técnicos del sistema eléctrico para poderlo entender, entonces sí tengo que pedirles a los ingenieros que lo hablen no en Megawatts, sino en español", agregó.
La CFE reveló, el pasado jueves, que la paraestatal mexicana cuenta con activos por 100 mil millones de dólares, donde 85 por cientos son activos fijos, así como que cuenta con un flujo de capital de 125 mil millones de pesos anuales, lo que la ubica dentro de las 10 empresas eléctricas más importantes a nivel global.
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