Los senadores de la República aprobaron una segunda modificación a la Ley de Hidrocarburos, que sienta las bases para que Petróleos Mexicanos (Pemex) recupere el monopolio en la venta de combustibles.
Estas modificaciones, aprobadas con 68 votos a favor y 51 en contra, ya contaban con el aval de su colegisladora de la Cámara de Diputados, por lo que pasaron al Ejecutivo federal para su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF) para su entrada en vigor.
La reforma al artículo décimo tercero transitorio de la ley que regula la industria de hidrocarburos en el país, impedirá que la empresa productiva del Estado pueda estar sujeta, nuevamente, a regulaciones asimétricas como las que se le aplicaban, a raíz de la reforma energética de 2013-14.
Las regulaciones que fijaba la Comisión Reguladora de Energía (CRE) buscaban la entrada de un número mayor de competidores privados, a fin de reducir el poder preponderante que sostenía Pemex en la venta de gasolinas y diésel, específicamente, y por lo cual Pemex estaba obligado a hacer públicos sus contratos, descuentos e incluso a publicar anticipadamente sus precios.
En noviembre de 2019, la propia CRE estableció que había cuatro mil 670 estaciones de servicio con imagen comercial distinta a la de Pemex, lo que demostraba una mayor cantidad de participantes, y por lo cual se motivaron estos cambios legislativos.
Sin embargo, la propia Comisión había definido previamente que no se podían suspender estas regulaciones asimétricas que fijan sus precios hasta que no se tuviera 30 por ciento de participación de agentes distintos a la paraestatal.
De acuerdo con la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), aunque hay diversos permisos y operan estaciones de servicio de diversas marcas distintas a Pemex, la paraestatal se mantiene como el principal oferente del mercado mayorista, al suministrar 83 por ciento del mercado nacional de gasolinas y 73 por ciento del diésel en 2020. Cifra similar a la que se presenta en 2021 y que demuestra el papel preponderante de la empresa del Estado.
Al presentar la minuta, la senadora presidenta de la Comisión de Energía, Rocío Adriana Abreu Artiñano aseguró que es importante fortalecer la política energética y dar mayor certidumbre jurídica al sector energético.
En su intervención, la senadora del PRI, Claudia Ruíz Massieu, aseveró que el verdadero propósito es impedir que Pemex pueda volver a ser sujeta a regulaciones asimétricas, quitándole facultades al órgano regulador en la materia.
“Hoy habrán de concretarse finalmente, los grandes esfuerzos del Ejecutivo federal y de sus mayorías parlamentarias, para sentar las bases del monopolio de Petróleos Mexicanos en el mercado nacional de los hidrocarburos petrolíferos y petroquímicos”, enfatizó.
Dijo que con estos cambios el oficialismo reconoce su papel preponderante en este mercado y que lo que pretende “es cancelar toda posibilidad de nuevas regulaciones asimétricas, no con base en los criterios objetivos del mercado, sino con base en los criterios ideológicos de la mayoría”.
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Desde tribuna, la senadora del PT, Nancy De la Sierra Arámburo acusó que se le han dado facultades preponderantes a la petrolera mexicana por encima de los competidores privados, lo cual dijo, no puede darse en una lógica de igualdad y de aplicación para todos los participantes en la venta de primera mano de hidrocarburos, petrolíferos y petroquímicos.
Insistió que se aprueben reformas y modificaciones a las leyes sin deliberación y revisión a fondo en temas de trascendencia para el país como es el sector energético.