José Narro Robles renunció a su militancia de 46 años en el PRI porque consideró que no hay democracia interna y desde la cúpula impulsan al exgobernador de Campeche, Alejandro Moreno, para que este se convierta en el dirigente nacional del partido. Esta denuncia fue la primera de varias que hicieron después otros liderazgos priistas, lo que puso al descubierto la profundidad de la crisis priista.
El exsecretario de Salud en el Gobierno de Enrique Peña Nieto detalló que existe “un preferido de la cúpula del PRI, el candidato oficial de los gobernadores (del PRI) y de quien fue, hasta recientemente, el jefe político del partido (refiriéndose a Enrique Peña Nieto)”.
El exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) destacó que su renuncia está motivada porque no se respetaron los acuerdos pactados con la dirigencia.
“Es preocupante el curso que tomó el proceso de elección, son evidentes las muestras de que existe un preferido de la cúpula del PRI, por si eso fuera poco, son groseros los indicios de intervención del gobierno federal en la misma dirección, hay que evitar que las decisiones del PRI las siga tomando el presidente en turno”, dijo el político.
Narro Robles aseguró que en los estados de Coahuila, Ciudad de México, Oaxaca y Campeche hay un crecimiento desmedido del padrón de afiliados. Además, consideró que el partido atraviesa por esta situación porque la cúpula se ha olvidado de la militancia de base, que clama por el cambio, la corrección de rumbo, por la eliminación de falsedades y del uso indebido del poder.
Manlio Fabio Beltrones rompió el silencio y señaló que ante las irregularidades del padrón de militantes del partido, él no acudirá a votar en las urnas el próximo 11 de agosto.
La salida de Narro Robles profundizó la crisis interna del partido. Minutos después que se conoció el mensaje de Narro, Beatriz Pagés renunció a su militancia priista.
“Al igual que José Narro, anuncio mi renuncia al PRI Nacional. Es inaceptable que se haya decidido entregar el partido a López Obrador”, escribió en su cuenta de Twitter.
El PRI que pasa por la peor crisis de su historia, de no manejarla correctamente, corre el serio riesgo de prácticamente desaparecer en los siguientes meses y años. Pero más grave aún es que corre el riesgo de no servirle al país, afirmó el exlíder priista Francisco Labastida, en entrevista con El Sol de México.
La exgobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, dijo que continuará en la contienda. “No continuar significaría que la cúpula ya triunfó. Continuaré por la militancia que se lo merece y por esa militancia voy a dar la cara, estoy dando la pelea”.
La actual dirigente nacional del PRI, Claudia Ruiz Massieu, recibió el mensaje de Narro mientras estaba en la Cámara de Diputados, haciendo un posicionamiento de unidad con sus pares del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano para intentar construir un bloque de oposición que pueda frenar la reforma electoral de Morena.
Evitó hacer comentarios y prefirió difundir un comunicado más tarde, en donde lamentó la decisión de Narro de dejar el partido.
No reviró las críticas que Narro le hizo sobre sus actos calificados como “desatinos” en su desempeño como la dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional.
El Comité Ejecutivo Nacional reiteró su compromiso de seguir garantizando que el proceso de renovación se lleve a cabo en un marco de equidad, neutralidad e imparcialidad.
Y dejó claro que está a la espera de que el INE remita el padrón de electores verificado, actualizado y depurado, el cual será utilizado en este próximo proceso electivo interno.
