En México, 2.5 millones niños de entre cinco y 17 años trabajan, lo cual perjudica su desarrollo tanto físico como escolar, debido a que un porcentaje alto de éstos tiene que abandonar sus estudios para entrar al mercado laboral, indica el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2018 se indica que nueve de cada 10 menores de edad que trabaja, realizan actividades no permitidas por la ley, que ponen en riesgo su salud y desarrollo.
“La población más expuesta a los riesgos del trabajo infantil son los 1.3 millones de niños, niñas y adolescentes en ocupaciones peligrosas, entre las cuales se hallan las labores nocturnas, industriales, en obras de construcción o aquellas en las que se exponen a químicos contaminantes o residuos peligrosos”, dice el documento.
También se destaca que de los menores de edad que trabaja, 12.4 por ciento labora 48 horas a la semana, es decir, una jornada igual a la que los mayores de edad.
Por otra parte, la CNDH se pronunció por la eliminación de la explotacion laboral infantil toda vez que es una forma de violación de los derechos humanos de los menores y que afecta su desarrollo físico, psicológico, su dignidad y les genera graves consecuencias.
La CNDH advierte que la principal consecuencia de que las personas menores de edad dejaran su trabajo sería que los ingresos destinados al hogar se verían disminuidos afectando a todos sus integrantes; asimismo, destaca que el 19.3 por ciento de niñas y niños que desarrolla ocupaciones no permitidas y en edad de cursar la educación secundaria no asiste a la escuela.