En México aumentó la prevalencia de obesidad en niños y en adolescentes de localidades con menos de 100 mil habitantes, según la Encuesta Nacional de Salud (Ensanut 100k), elaborada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
De acuerdo con el estudio, en el año 2012, la prevalencia de obesidad fue de 12.4 por ciento en los menores de 5 a 11 años de edad; mientras que en 2018 subió a 15.3 por ciento.
Por otro lado, en el caso de los adolescentes de 12 a 19 años, esta enfermedad pasó de 10.5 por ciento en 2012 a 14.2 por ciento en 2018.
La encuesta remarca que la obesidad en adolescentes que no reciben alguna ayuda alimentaria por parte de algún programa, aumentó 60 por ciento entre 2012 y 2018, mientras que en adultos, entre 2012-2018 incrementó 10 por ciento la enfermedad.
Sin embargo, expone, los programas de ayuda alimentaria son insuficientes, pues sólo apoyan a cuatro de cada 10 hogares carentes de acceso a la alimentación.
“La obesidad es más frecuente en las poblaciones en condiciones de vulnerabilidad por la coexistencia de factores como desempleo, alta disponibilidad de alimentos con bajo contenido nutricional, bajo nivel de seguridad alimentaria y menor acceso a servicios de salud”, señala la publicación.
Según datos de la Ensanut 100k, el patrón de aumento de obesidad más alto en las mujeres que en los hombres se mantuvo en esos seis años.
Respecto a la hipertensión arterial, la prevalencia de la enfermedad en adultos en condición de vulnerabilidad fue de 49.2 por ciento, de los cuales 54.7 por ciento desconocía tener este padecimiento. De los hipertensos que recibían tratamiento farmacológico 69.0 por ciento, el 66.8 por ciento tuvo tensión arterial controlada.
De acuerdo con las conclusiones de la Encuesta, casi la mitad de los adultos mexicanos en condición de vulnerabilidad tiene hipertensión y de ellos, más de la mitad desconoce que tiene esta enfermedad. Asimismo, un tercio de los adultos hipertensos tiene un inadecuado control de su enfermedad.