En el Tercer Coloquio el “Impacto de la Enfermedad Mínima Residual en la Leucemia Infantil”, organizado por la Casa de la Amistad para Niños con Cáncer I.A.P y Johnson & Johnson, en el auditorio del Instituto Nacional de Medicina Genómica, autoridades de salud mexicanas concluyeron que todos los esfuerzos se encaminan a aumentar la tasa de sobrevivencia de infantes y adolescentes con este padecimiento, que actualmente es del 50% en el país, con un protocolo de diagnóstico estandarizado en todas las regiones.
A través de la sensibilización de médicos de primer contacto, “por lo que la Secretaría de Salud pondrá cursos en línea de oncología pediátrica, con valor curricular, a partir de diciembre”, anunció Sebastián García Saisó, director de Calidad y Educación en Salud. Con el objetivo de que haya un apego al protocolo y se rijan por las guías de práctica clínica.
Asimismo, con el intercambio de servicios médicos para el tratamiento integral de los niños que padecen leucemia lifonblástica aguda en poblaciones donde no cuentan con acceso a ellos, sobre todo en entidades del sureste mexicano, señaló Enrique López Aguilar, coordinador de Casa de la Amistad para Niños con Cáncer I.A.P.
También se trabajará en estructuras, en procesos organizacionales que permitan, por ejemplo, que la muestra de sangre con ADN del paciente llegue en tiempo y forma y pueda ser evaluada durante las primeras 36 horas, dijo Martín Pérez García, director del Instituto Nacional de Pediatría.
En su ponencia, Paola Friederich, del St. Jude Children´s Resechears Hospital, destacó que la Enfermedad Mínima Residual (EMR) es el pronóstico independiente más importante de leucemia en la actualidad y que “todo niño debe tener derecho a un protocolo de diagnóstico integral”. El costo aproximado es de dos mil 500 dólares.