La Oficina de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) advirtió que la creación de un campamento, como el que el Instituto Nacional de Migración (INM) intenta instalar en Chiapas para procesar a más de 18 mil migrantes de Haití que en los últimos meses han abarrotado la frontera sur, sólo resolvería parte del problema.
En entrevista con El Sol de México, Josep Herreros, oficial de Protección de ACNUR, consideró importante que el Gobierno mexicano no sólo contemple una respuesta limitada a la recepción de los haitianos, sino que además, les proporcione alternativas para regularizar su situación migratoria.
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“Lo que es evidente es que eso (la creación del campamento) sólo cubriría la parte de recepción, que es relevante, pero se necesitan además soluciones integrales para dar respuesta al movimiento de la población haitiana y de ahí lo importante de buscar alternativas migratorias accesibles y seguras. Sería insuficiente”, afirmó.
La agencia de la ONU se encuentra a la espera de recibir más detalles sobre la propuesta que lanzó esta semana el INM para instalar, con su apoyo, un campamento en el estado de Chiapas para aliviar a la Comisión Nacional de Ayuda a Refugiados (Comar), que se encuentra desbordada ante un aumento sin precedentes de solicitudes de haitianos, que se han sumado a las de miles de centroamericanos que buscan asilo en nuestro país.
“Es importante seguir fortaleciendo a la Comar que con los números actuales está con una sobrecarga muy fuerte”, dijo Herreros.
Cansados de esperar y sobrevivir, cientos de haitianos encabezaron desde la semana pasada nuevas caravanas desde Tapachula, Chiapas, hacia el norte en busca de un mejor lugar para esperar la respuesta a sus solicitudes de refugiado, que la Comar tarda más de un año en resolver a pesar de que está obligado a hacerlo en menos de tres meses.
Muchos de ellos provienen de países como Chile y Brasil, donde residieron tras el terremoto de 2010, que dejó más de 250 mil muertos. Pero debido a la crisis provocada por el Covid-19, tuvieron que buscar nuevas opciones para vivir.
Otros más salieron de su país en el último mes tras los convulsivos acontecimientos en la nación más pobre del Caribe, que incluyeron el asesinato de su presidente y un terremoto de siete grados que destrozó medio país.
Para levantar el campamento, el INM busca, además, el apoyo del Episcopado mexicano, pero sólo ha recibido como respuesta la preocupación de la iglesia católica por las condiciones de hacinamiento, inseguridad o falta de trabajo en las que se encuentran los migrantes en Tapachula, lo que puede llevar a cometer violaciones a los derechos humanos.
Organizaciones de la sociedad civil tampoco ven en la instalación de un campo de refugiados en el sur la mejor solución a la crisis migratoria. “Un campamento no es la solución, por el contrario podría suponer una situación de hacinamiento y riesgos a la salud en un contexto de pandemia”, dijo en un comunicado el Instituto Para las Mujeres en la Migración (IMAMI).
“En este contexto, es el INM quien debe dar alternativas reales para la regularización de las personas migrantes, por ejemplo, a través de una tarjeta por razones humanitarias con permiso para trabajar, regularización por hija o hijo nacido en México, o una tarjeta de residente temporal si cuentan con una oferta de trabajo, entre otras opciones contenidas en la Ley de Migración”, agrega IMAMI.
Asimismo, considera urgente que el INM deje de demorar los procesos de regularización migratoria que ya están en proceso; reconozca los documentos que ha expedido para la estancia regular en México, como la visa por razones humanitarias, y brinde información en el idioma que se comprenda mejor para la población haitiana.
De acuerdo con la Comar, por segundo mes consecutivo, los ciudadanos haitianos ocupan el primer lugar entre las personas que solicitan de refugio en México.
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Su titular, Andrés Alfonso Ramírez Silva, reveló incluso, que, en julio, por primera vez solicitaron más haitianos que hondureños la condición de refugiados en México.
Por primera vez, en julio pasado el número de peticiones de asilo de haitianos (tres mil 942) superó la cifra de solicitudes de hondureños (tres mil 776), grupo que hasta antes ocupa el primer lugar en este tipo de trámites.
