La decisión y recomendación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), para reducir a la mitad la importación de glifosato, respecto a 2021 es preocupante, porque no da alternativas viables a los agricultores para sustituir al herbicida y encarecerá más los insumos necesarios para la producción agrícola.
En caso de aplicarse esta recomendación, afectará negativamente la productividad en el campo y acentuar más la tendencia a la baja del superávit agroalimentario que de acuerdo al Banco de México disminuyó 43% en 2021 con relación al 2020.
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Y otro indicador preocupante para el presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFAAC), Luis Eduardo González Cepeda, es la disminución de la superficie total cosechada en el país, que disminuyó 7.1% en el ciclo 2020-2021 respecto al ciclo inmediato anterior. De este herbicida, dijo que es eficaz y de precio accesible. Es el más usado en nuestro país y el mundo.
Afirmó: “La recomendación del Conacyt no tiene el respaldo científico, porque ni precisa en qué investigaciones serias, sólidas y publicadas en el país, se basa para justificar su postura en contra del glifosato”. “Y tampoco toma en cuenta los resultados del último estudio de la Unión Europea que concluyó que no se justificaba la clasificación del glifosato como carcinogénico”.
Subrayó el ingeniero González Cepeda que las conclusiones del exhaustivo estudio de la UE de más de 11 mil páginas y que incluye una amplia revisión de estudios científicos, publicadas en junio de 2021 por el Grupo de Renovación del Glifosato integrado por Francia, Hungría, Suecia y Países Bajos, para renovar la licencia del uso del herbicida en Europa, establecieron, que:
“…Teniendo en cuenta todas las pruebas, es decir experimentos con animales, estudios epidemiológicos y análisis estadísticos, el Grupo de Evaluación señala ‘que una clasificación del glifosato con respecto a la carcinogenicidad no está justificada…’ para todos los usos propuestos. Se podría demostrar un uso seguro para los operadores y trabajadores (ambos sin equipo de protección personal), así como para las personas que transitan por zonas donde se aplica el glifosato…”
Por su parte, Cristian García de Paz, director ejecutivo de Protección de Cultivos, Ciencia y Tecnología (Proccyt), manifestó que “el Conacyt no tiene los recursos suficientes para realizar investigación científica seria para la búsqueda de alternativas al glifosato”.
Refirió que “tan solo Bayer comprometió una inversión de más de 5 mil millones de dólares para el decenio 2019-2029, esto es alrededor de 105 mil millones de pesos, cuando el presupuesto para la investigación del Conacyt es de 4 mil 600 millones de pesos y que ya está etiquetado para servicios personales y gastos de operación de los diferentes centros de investigación en el país”.
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Y ambos ejecutivos coincidieron en la necesidad de que la política agrícola se base en la ciencia y no en prejuicios contra una industria que ha hecho posible que el país sea una potencia agroexportadora, que estableció un permanente compromiso para coadyuvar al desarrollo del campo mexicano y así lograr una de las metas centrales de la administración actual, que es la autosuficiencia alimentaria.
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