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El reto que plantea la nueva narrativa visual para el Presidente, es monumental. Desde el primer minuto, esta nueva administración ha presentado aspectos inéditos a cada paso. Aunque López Obrador no le presta mucho interés al manejo de su propia imagen, para el equipo de comunicación de Palacio, es tema importante y representa un reto fuerte en tiempo de redes.
Lo inédito: La llegada de Obrador en un Jetta blanco sin escolta del Estado Mayor; la apertura al público de Los Pinos; la rehabilitación de Palacio Nacional como oficina activa de gobierno sin vallas; ceremonia de bastón de mando en un Zócalo repleto de gente que por voluntad propia quiso ser parte de la historia y la despedida del avión presidencial al día siguiente entre otros detalles, mucho que procesar informativa y visualmente.
Así pues, el despegue de la llamada cuarta transformación, arrancó con todo. Desde la madrugada del primero de diciembre, colegas de las agencias internacionales y medios locales se apostaron a las afueras del congreso para tener el mejor lugar. Yo arribé al amanecer y me dio mucho gusto encontrarme harto compañero a quienes conozco desde hace décadas y con los que incluso he tenido el honor de compartir distintas redacciones.
Ahí en los pasillos del Congreso, estaban los incansables fotoperiodistas Tomás Martínez de Reforma, José Antonio López de La Jornada, quienes llevan más de 20 años cubriendo la Cámara para sus respectivos medios. Por ahí andaban también lo fotógrafos de Ap, Afp y el querido Henry Romero de Reuters, y por supuesto, no podían faltar los colegas de Cuartoscuro y Notimex.
También me dio gusto ver nuevos fotógrafos y cada vez más profesionales del género femenino para quienes su esfuerzo y trabajo siempre requieren de remontar el machismo tradicional del gremio. Por ahí andaba también el buen Jorge Serratos de El Universal, veterano fotógrafo y quien es uno de los profesionales más respetados de aquel departamento de foto, siempre poniendo el ejemplo con trabajo de calle.
Arriba en los balcones, la mirada curiosa de Miguel Dimayuga de Proceso, Héctor Guerrero de El País y Lalo Jiménez de Excélsior, entre muchos otros.
Al final, todos nos acomodamos perfectamente bien, y en general las posiciones para la Toma de Posesión fueron muy buenas, ahí están las portadas de los diarios del día siguiente. Aunque varias imágenes se repitieron, en general hubo buena cobertura. La excepción fue precisamente este diario, que salió con una apuesta sin imagen, con la primer línea de “me canso ganso” que resultó muy celebrada en redes por su originalidad.
Resulta que ahora llamó más la atención una propuesta editorial sin imagen, por encima de lo habitual, curioso y sintomático que en tiempos de saturación de imagen, una portada textosa resultara tan viral y celebrada.
La única monserga de los nuevos tiempos, es lidiar con los reporteros de hoy, ahora habilitados como elementos multimedia -obligados a grabar video y hacer foto además de su crónica- y que a la menor provocación, suben sus celulares como si estuvieran en un concierto de Luis Miguel; ojalá en el corto plazo, las áreas responsables se actualicen y mejoren la organización de cara a los nuevos tiempos, esos celulares que brincan a cada rato son una lata, ensucian toda imagen profesional.
Por ahí, también alcanzamos a ver a Daniel Aguilar, multipremiado fotógrafo que anda cerquita, cerquita de Andrés Manuel y que hoy regularmente manda sus imágenes al diario La Razón, siempre ofreciendo una mirada oportuna; y mientras unos llegan, otros se van, a lo lejos alcancé a ver a Juan Carlos Morales, fotógrafo personal de Peña Nieto de los últimos seis años, en lo que fue sin duda su última jornada laboral a lado del ex Presidente.
Así pues, después de una jornada vibrante y extensa, -momento histórico sin duda-, varios nos dirigimos al Zócalo para cerrar la tarde con el evento multitudinario frente a Palacio Nacional con la entrega del Bastón de mando que recibió el ya nuevo Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador. De ese ritual, es esta imagen que hice justo desde el corazón de nuestro país, para dar testimonio sobre una nueva narrativa en la imagen del Poder y su alcance en el primer día, de la recién inaugurada cuarta transformación.
