Cómo una “locura”, consideró Human Rights Watch (HRW) el envió de efectivos de la Guardia Nacional a la frontera sur para contener a los migrantes provenientes de Centroamérica.
Miguel Vivanco, director ejecutivo para América de HRW consideró que enviar esos efectivos ya no es sólo para combatir a grupos delictivos sino a familias que huyen de estos grupos.
"La última locura de la militarización de la seguridad pública en México: desplegar una fuerza esencialmente militar, ya no contra grupos delictivos, sino contra familias humildes que huyen de estos grupos", sostuvo.
En tanto, Daniel Wilkinson, director ejecutivo adjunto en la región de HRW, detalló que la historia de abusos vinculados con la milicia en la seguridad pública en América hace prever que esta medida, implementada por el gobierno federal en vez de solucionar el problema podría resultar desastrosa.
“Los sucesivos gobiernos de México han justificado el uso de las fuerzas armadas para operativos de seguridad pública con el argumento de que son necesarias para enfrentar a cárteles de narcotráfico que están fuertemente armados y son extremadamente violentos.
Sin embargo, esta militarización de la fuerza pública solo ha contribuido a aumentar la violencia y ha provocado violaciones generalizadas de derechos humanos", aseveró.
Wilkinson aseguró que creación de la Guardia Nacional representa una extensión de la militarización de la seguridad pública.
Cabe destacar que desde ayer están destacamentados efectivos militares en la frontera sur con el objetivo de cumplir con el acuerdo tomado en Washington para que México contenga la migración ilegal de centroamericanos.